De la noche a la mañana Osmar Mares, que ni siquiera estaba contemplado en los planes del primer equipo del Santos al iniciarse la campaña anterior, se ha trepado al carro de los elegidos, y en poco tiempo ha acaparado la atención de muchos.
Especialmente de ?Chucho? Ramírez, el técnico que llevó a la Sub-17 a la conquista del primer campeonato mundial en esa categoría, y quien ahora trabaja al frente de la Sub-20 para el Mundial de la especialidad que se celebrará próximamente en Canadá.
Osmar tiene algo que llama la atención, y es la alegría con la que siempre trabaja y la forma en que se desenvuelve en la cancha, como si siguiera jugando en el barrio ante jóvenes de su misma edad, la realidad es que ahora lo hace ante gente de experiencia.
¿Quién se quedará con la titularidad en la zaga por el lado izquierdo? El puesto lo ganó con muchos méritos José Antonio Olvera, pero al lesionarse el lugar quedó vacante. Ahí se probó a Édgar Castillo y luego a Osmar Mares.
Y pronto Osmar mostró que puede llegar a mejores planos. Hoy no se deben anticipar vísperas ni decir que es el mejor, pero va camino hacia allá. Él mismo reconoce que le falta aprender mucho pero que lo seguirá haciendo con alegría.
Y es esa alegría la que elimina las tensiones y las presiones que tanto afectan a otros buenos futbolistas, que sin embargo nunca pueden dominar los nervios porque actúan acartonados y no sueltos y libres como lo hace ya Osmar Mares, jugador de Santos Laguna.