Estudio sostiene que los DHEA (esteroides), y los "parches" de testosterona no han logrado retardar el envejecimiento.
AP
ATLANTA.-Al parecer, la fuente de la Juventud aún no puede adquirirse en píldoras.
Los suplementos conocidos en Estados Unidos como DHEA, en base a esteroides, y los "parches" de testosterona, no han logrado retardar el envejecimiento, según un reciente estudio hecho a ancianos de ambos sexos.
Las substancias no mejoraron el vigor o el desempeño físico de los participantes en la investigación.
"No creo que (deban) administrarse" esos productos a ancianos, dijo el doctor K. Sreekumaran Nair, de la Clínica Mayo, quien encabezó el estudio, publicado en la revista especializada New England Journal of Medicine.
DHEA, el esteroide precursor de las hormonas sexuales testosterona y estrógeno, es producido naturalmente por el organismo, pero los niveles se reducen rápidamente luego de los 25 años de edad. Los suplementos DHEA son publicitados como agentes rejuvenecedores, y el año pasado, sus ventas en Estados Unidos alcanzaron los 50 millones de dólares.
La testosterona sólo puede adquirirse por venta bajo receta. Pero la Dirección de Alimentos y Medicinas califica a la DHEA como un suplemento. Eso significa que se vende sin los rigurosos estándares de supervisión aplicados a otros fármacos.
Algunos atletas usan DHEA y testosterona para intentar mejorar su desempeño, con frecuencia violando normas de asociaciones deportivas.
Aparte de ese tipo de uso, los científicos se preguntaban si las substancias podían ayudar a ancianos.
Un estudio efectuado por investigadores en la Clínica Mayo, en Minnesota, y de la universidad de Padua, en Italia, trató de determinar la eficacia de esos medicamentos.
En el curso de dos años, los investigadores estudiaron a 57 mujeres y a 87 hombres, todos ellos mayores de 60 años. Las mujeres recibieron dosis diarias de DHEA o placebos, píldoras inactivas. Los hombres recibieron DHEA o placebos, así como parches de testosterona o placebos para aplicarlos a la piel.
Se tomaron muestras de sangre cada tres meses. Los participantes también fueron examinados por posibles cambios en la grasa del cuerpo, niveles de hormonas, densidad en los huesos y desempeño en la banda sin fin, así como en el levantamiento de pesas y en la flexión de las piernas. Los voluntarios tuvieron que completar cuestionarios informando cómo se sentían y su calidad de vida.
Según el estudio, aunque aumentaron los niveles de DHEA y de testosterona en hombres y en mujeres que tomaron los tratamientos verdaderos, no hubo efecto alguno en el desempeño físico, en la calidad de la vida, o en la capacidad del organismo para reducir los niveles de azúcar en la sangre.