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Una final muy pareja

José Guadalupe Rubio

Las selecciones de Italia y Francia llegan con buen ritmo y equipo completo a la final del Mundial de Alemania 2006, salvo el jugador francés Louis Saha, quien entró de cambio en la semifinal contra Portugal y recibió su segunda tarjeta amarilla, por lo cual se perderá el partido de hoy.

La defensa de Francia es muy sólida, por arriba va muy bien, en el mano a mano son capaces y marcan bien. Su portero Fabien Barthez es un tipo que transmite entusiasmo a sus compañeros, siempre los está alentando, su punto débil son las salidas por alto, sin embargo, es atrevido, audaz y alto.

Los franceses juegan con una línea defensiva de cuatro hombres, por la derecha con Willy Sagnol, quien es un jugador aguerrido, fuerte, difícil de pasar y llega con frecuencia por el costado.

Los centrales Lilian Thuran y William Gallas realizan excelentes coberturas, están bien coordinados en su línea; por el lado izquierdo Eric Abidal es difícil de desbordar y hace buenas coberturas.

En el medio campo tenemos a Claude Makelele y Patrick Vieira como volantes de recuperación, son fuertes, cubren mucho espacio y tienen buena dinámica, indiscutiblemente, son el soporte del medio campo francés.

Claude Makelele hace excelentes coberturas cuando los centrales salen a defender por los costados, entre Makele y Patrick Vieira mantienen un equilibrio cuando atacan y defienden.

El delantero Siylvain Wiltord encara por ambos lados. Franck Ribery es un jugador constante, consistente, de un gran despliegue físico, quien está llamado a ser el sucesor de Zinedine Zidane.

En Franck Ribery y Thierry Henry recaen los contragolpes de Francia con los lanzamientos de Zinedine Zidane, quien ha sido un gran mariscal de campo, todos sus compañeros confían en él. Zizou es un jugador muy completo, que maneja bien ambos perfiles, lo mismo pasa de derecha que de izquierda.

Zidane es un jugador difícil de marcar, por la visión de campo que tiene, lástima que sea su último partido con la Selección de Francia, ojalá que en su adiós nos deleite con su gran futbol.

Thierry Henry es un futbolista que en una jugada define un partido, obviamente, con los lanzamientos de Zinedine Zidane y el acompañamiento de Franck Ribery.

Francia e Italia juegan de manera similar, en el partido de hoy la diferencia va a ser de un gol.

La selección francesa ha sido conjuntada en base a elementos de experiencia, amalgamada con jóvenes de mucho talento, tiene solidez defensiva y jugadores que resuelven partidos.

Su entrenador Raymond Domenech ha declarado que admira al futbol italiano, y planteará el partido de hoy como lo hace Italia. Es un técnico de gran capacidad y sabe con lo que cuenta.

Por su parte, Italia tiene un futbol muy competitivo, con jugadores de mucha calidad. Su portero Gianluigi Buffon está considerado como uno de los mejores del mundo, por su solvencia bajo los tres postes, sus reflejos y las salidas por alto.

La Squadra Azzurri tiene una línea defensiva bastante sólida, la mejor del Mundial de Alemania 2006, con su gran capitán Fabio Cannavaro y con Marco Materazzi, suplente de Alessandro Nesta. Los dos centrales van bien por arriba y son excelentes rematadores de cabeza.

Sus laterales Cristian Zaccardo y Gianluca Zambrota, considerado el sucesor de Paolo Maldini. Zaccardo y Zambrota son muy solventes a la hora de defender y al momento de atacar lo hacen con decisión.

Gennaro Gattuso y Andrea Pirlo son dos excelentes volantes de recuperación de pelota, con buena llegada y tiro de media distancia.

Por toda la zona de en medio a lo ancho juega Mauro Camoranesi, quien tanto defiende como ataca, con una dinámica muy buena y pisa constantemente el área rival.

Su mariscal de campo es Francesco Totti, un jugador que ha ido creciendo en este Mundial y tiene una cualidad extraordinaria, que es entenderse bien con sus delanteros.

Luca Toni es un jugador que va bien por arriba, constante en la lucha, buen rematador de cabeza, que siempre aparece en el área.

Alberto Gilardino es un jugador muy técnico, joven, bien dotado técnicamente, con buen dribling y rapidez. Para cambios, Vincenzo Laquinta representa una buena opción en la Squadra Azzurri.

Su técnico Marcelo Lippi es un estudioso del futbol, que sabe trabajar los partidos y hacer cambios con una gran intención, como fue el ingreso de Alessandro Del Piero en el juego de semifinal contra Alemania, ya que Del Piero anotó el segundo tanto para liquidar a los teutones.

El juego va a ser muy cerrado, trabado a media cancha, con una lucha constante por la posición de la pelota y probablemente se vaya a tiempos extras.

Esperemos que esta final cumpla con las expectativas del mundo futbolístico y sea espectacular.

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