California es uno de los estados más liberales de la Unión Americana a pesar que ha tenido gobernadores conservadores como Pete Wilson, Ronald Reagan y el actual Arnold Schwarzenegger.
Esto se refleja en la política, la educación, la vida social y en algunas leyes que rayan en el extremo como es la autorización del aborto.
En suelo californiano se permite abortar legalmente a una mujer, pero además las menores de 18 años pueden practicarlo sin necesidad de permiso ni de aviso previo a sus padres.
Para decirlo más claro, una joven de secundaria de 14 ó 16 años no puede hacerse un tatuaje, tampoco tomar un medicamento ni irse a un paseo escolar sin el consentimiento de sus papás.
Pero tranquilamente puede ser recogida en su colegio por su novio de 16 años y llevada a una clínica para practicarle un aborto sin necesidad que sus familiares sean notificados.
Una iniciativa para dar un giro a esta situación será votada en las próximas elecciones del siete de noviembre y a pesar de la bondad de sus objetivos nadie puede asegurar que será aprobada.
De manera inexplicable un proyecto similar fue rechazado por los votantes de California el año pasado por un margen del cinco por ciento que ahora espera ser revertido por los promotores de esta nueva iniciativa legislativa.
En esta ocasión quedó registrada como la Propuesta 85 gracias a la firma de más de un millón de ciudadanos que confían que en esta ocasión la iniciativa recibirá más del 50 por ciento de los votos.
En una entidad en donde no se permite fumar ni en las playas, en donde la ecología y la salud de los seres humanos y de los animales se protege escrupulosamente, resulta absurdo que se permita el aborto libremente tanto en las mujeres adultas como en las menores de edad por no decir en las niñas de 13 y 14 años de edad.
Estas leyes fueron aprobadas en los años setenta cuando la liberación social arropó a Norteamérica y desde entonces no ha habido poder humano que las contrarreste.
El año pasado la agrupación Planned Parenthood (Paternidad Planificada), organismo reconocido por sus causas pro-aborto, desarrolló una intensa campaña publicitaria para vetar la propuesta impulsada por agrupaciones de padres de familia así como organizaciones religiosas especialmente católicas y cristianas.
A través del Internet y de otras vías, Planned Parenthood difundió la idea de que las menores pondrían en peligro sus vidas si se retira el secreto al aborto además que su libertad se vería restringida. ¿Habrán perdido la cordura?
Muchos norteamericanos ven al aborto como un derecho y no como la muerte de un ser humano a pesar que estudios científicos han demostrado que la vida de un nuevo ente inicia desde el momento de la concepción.
En este caso la Propuesta 85 pretende obligar a los médicos o enfermeros a notificar al menos a uno de los padres cuando una menor de edad solicite un aborto, aunque no requerirá la autorización de los mismos.
La Propuesta 85 busca además reducir el abuso contra menores por parte de los depredadores sexuales que se amparan en este tipo de leyes.
En un reciente estudio con 46 mil estudiantes de California embarazadas se detectó que más de dos terceras partes fueron producto de su relación con hombres adultos con una edad promedio de 22.6 años.
Esperemos que en esta ocasión los californianos volteen a ver la salud moral y emocional de sus hijas, en vez de dar tanta importancia a sus prejuicios raciales y a las leyes a favor de la ecología ambiental y animal.
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