El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Un enorme bandoneón ejecutó su música impulsado por los dioses. De su interior y en un acto simbólico salió un hombre: el alma del bandoneón. Tomó un pañuelo y un sombrero del suelo y luego la buscó a ella. Juntos bailaron entrelazados de una manera provocativa y espectacular. Este cuadro de acercamiento entre ambos en el medio del escenario, era el deseo, la fantasía, el juego de lo sueños... era Forever Tango.
El cabello engomado de los 14 bailarines apenas se movió. Ellos enfundados en trajes elegantes y los vestidos escotados y brillantes de las mujeres, se deslizaron por el aire siguiendo el movimiento de sus cuerpos.
El excelente sonido y el diseño de iluminación, lograron la atmósfera perfecta anoche en el Teatro Nazas. Los bailarines alternaban sus números con la actuación en solitario de la orquesta y la del intérprete Martín de León, quien dejó el alma en el foro al interpretar El Día que me Quieras y Uno.
Apenas habían transcurrido unos minutos de la primera función (iniciada a las 19:17 horas), y los laguneros ya le habían dado un diez a la presentación de este espectáculo que ha recorrido todo el mundo. Desafortunadamente y a diferencia de 2003 -cuando Forever Tango estuvo en Gómez Palacio- esta vez el teatro no logró una exitosa entrada, convocando únicamente a 400 personas en la primera función y a 534 en la segunda; sin embargo el público compuesto en su mayoría por adultos no perdió detalle de los movimientos estilizados de las parejas que se rozaban con atrevimiento y agilidad.
Y es que tanto la música como el baile cautivaron desde el primer acto con el Preludio del Bandoneón y la Noche presentado por la pareja conformada por Melina Brufman y Claudio González. Era simplemente el inicio de una velada inolvidable, llena de erotismo, sensualidad, tragedia, romance y rivalidad... todo reunido en el tango de los argentinos, ése el de la soledad del hombre y su búsqueda permanente de una compañera en donde la pareja se convierte en una sola persona.
En cada coreografía, además de excelsos movimientos, lo bailarines mostraron los sentimientos reprimidos, el dolor y la pasión, la esencia del tango que más allá del cuerpo surge de las almas.
Luego de 23 números (entre orquestales y coreografías) terminó el show pero no el poderío del tango. El elenco ya había logrado que los asistentes se llevaran consigo su poderosa vitalidad así como la esencia pura del juego del amor y la vida; la ternura infinita, la pasión, el juego amoroso y sus devaneos, salpicado todo con el rol invariable del macho dominante, y la belleza y sensualidad de la mujer que lo hace rendir a sus pies.
Simplemente, inolvidable
En las dos funciones presentadas ayer en el Teatro Nazas (19:17 y 21:30 horas) los bailarines lucieron sus pasos increíbles así como un dominio de la expresión corporal y facial.
-La orquesta estuvo conformada por once músicos, misma que fue dirigida por Víctor Lavallén.
-El programa que presentaron incluyó piezas musicales y coreográficas como: Preludio del Bandoneón y la Noche, El Suburbio, A los Amigos, Derecho Viejo, La Mariposa, Comme I?ll Faut y La Bordona, entre otros.
-En el espectáculo participaron cuatro músicos tocando el bandoneón, instrumento característico del tango, el cual le da la forma y color.
-Bailarines (todos argentinos): Jorge Torres y Marcela Durán, Alejandra Gutty y Juan Paulo Horvath, Melina Brufman y Claudio González, Marcelo Bernadaz y Verónica Gardella, Claudio Villagra y Karina Piazza, Carlos Vera y Laura Marcarie y Cecilia Narova.
-Cantante: Martín de León.
-Músicos: Bandoneón: Víctor Lavallén, Santos Maggi, Carlos Niesi y Daniel Bufa. Violines: Rodion Boshoer y Washington William. Viola: Alexander Sechkin. Cello: Patricio Villarejo. Bajo: Pablo Mota. Piano: Fernando Marzán. Keyboard: Gustavo Casenave.
-Creador y director: Luis Bravo.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón
