En este artículo tenía pensado presentar la fórmula infalible para vencer la apatía del electorado o compartir con ustedes mis conocimientos sobre la irradiación cosmológica, pero ahora sólo puedo pensar en la Selección Mexicana y en su partido contra el equipo de Irán.
Este encuentro estuvo lleno de emociones. Los mexicanos, aunque pasaron ciertos apuros, dominaron claramente el encuentro. Las ciudades del país estaban paralizadas. En Alemania jamás se habían visto tantos mexicanos juntos, los cuales parecen ser más cuando se ponen a festejar. Millones de mexicanos nos sentimos orgullosos de nuestro equipo, y nuestro corazón latía con fuerza patriótica.
La Selección Mexicana ha sido capaz de despertar en muchos una gran alegría. Su forma de jugar y de entregarse en el juego del domingo, ha despertado en el pueblo de México una verdadera pasión futbolera. En cuestiones de futbol, el aficionado mexicano es un gran conocedor y por lo mismo es muy exigente.
Cuando el Tricolor juega mal o se conforma con un empate sin intentar dar un buen espectáculo y triunfar, los aficionados rápidamente comienzan a abuchear a los seleccionados y a reclamarles por la forma en que están jugando. Si los mexicanos fuéramos así de exigentes en otros aspectos, como por ejemplo en la política, la realidad de nuestro país sería muy distinta.
La Selección ha hecho que muchos se sientan orgullosos de ser mexicanos. Esto sin duda alguna es muy positivo, pero es triste que algunos sientan ese orgullo solamente en situaciones como ésta.
México es un país como ninguno. Es cierto que padecemos graves problemas, la mayoría causados por el mal Gobierno, pero aún así, nuestra Nación es admirada por muchos. A los europeos les maravilla nuestro pasado, e incluso lo conocen mejor que nosotros. Los países de Centro y Sudamérica nos ven como a su pueblo hermano y nos envidian por nuestras tradiciones y por nuestra cultura. Por esto, y por muchas razones más, todos los días me siento muy orgulloso de ser mexicano.
Existen personas que se han empeñado en manchar el nombre de México y lamentablemente lo han conseguido. Paradójicamente dentro de este grupo antipatriota se encuentran muchos funcionarios públicos, quienes se supone que representan al ciudadano ejemplar, al ciudadano que está preocupado por lograr el desarrollo de la comunidad. Así como nuestra riqueza cultural es conocida en el mundo entero, también es sabido que el trabajo de nuestros políticos está basado en la corrupción y en la injusticia. Mucho nos han quitado ya esas personas, pero por nada del mundo nos deben quitar el orgullo de ser y de sentirnos mexicanos.
Fue muy emocionante ver la unidad del pueblo de México en torno a nuestra Selección de futbol. Si en otras ocasiones hubiéramos tenido ese mismo sentimiento de unión, estoy seguro que en estos momentos el pueblo no estaría tan polarizado por cuestiones electorales. .
En los próximos días será imprescindible que los mexicanos estemos más unidos que nunca para ejercer nuestro derecho al voto y para elegir, entre todos, al candidato presidencial que en verdad esté preocupado por nuestro bienestar. Si los mexicanos fuéramos capaces de olvidar el beneficio personal y lográramos esta unión en donde no tenga nada que ver el futbol, de seguro podríamos hablar de un Gobierno justo, de una economía estable y sobre todo, de un México mejor.
javier_fuentes@hotmail.com