EL SIGLO DE TORREÓN
Con grandes esfuerzos Benita Valadez, una mujer de más de 70 años, trata de caminar por su jacal, pues con la lluvia registrada el pasado jueves prácticamente vive entre el lodo.
Desde hace tres años vive en la Otilio Montaño de Gómez Palacio, pues un incendió terminó con su casa en la colonia Rubén Jaramillo.
?Unos truenotes pero bien fuertes, que hasta movían la casa, yo tenía mucho miedo, viera. Mucho miedo de que se me cayera encima mi jacal?, comentó Benita Valadez desde la entrada enlodada de su casa de cartón y madera, respecto a la lluvia registrada el pasado jueves.
La tormenta eléctrica originó que en las calles de las colonias proletarias, donde aún no se ha pavimentado, se formaran pasillos de lodo, donde algunos intentaban evitar mancharse e incluso representó dificultades para los automovilistas que por allí transitaban, como en el caso de la colonia Ampliación La Feria.
?A veces no podemos ni salir y con la lluvia de ayer (jueves), me estoy goteando, ya hasta el colchón se me mojó, por eso prendí el ventilador para que se seque, pero si sigue lloviendo se va a seguir metiendo el agua por el techo?, dijo José Aroña Aguillén, quien vive en la colonia Ampliación La Feria.
Mientras que en la colonia Guadalupe Victoria de Gómez Palacio, el campo de futbol que allí se localiza permanece inundado, lo que significa que durante este fin de semana no podrá ser utilizado como ocurre habitualmente, según comentó Sandra Pérez Pérez, propietaria de una miscelánea localizada frente a las canchas.
Metros más adelante, los niños jugaban con el agua estancada y enlodada, precisamente en la esquina de la calle Venezuela y avenida Argentina, donde César Huchin Alarcón manifestó que ?esto sucede cada vez que llueve, porque las alcantarillas se tapan y pues son niños, no saben del riesgo de jugar con esa agua?.
Pero en Torreón, la situación no fue diferente. La lluvia cesó en el exterior, pero dentro de sus viviendas continuaban las goteras. En colonias populares como la Zaragoza Sur y la José Luz Torres, los vecinos aseguran que el agua entró a los domicilios por los techos, las paredes y la puerta.
?Afuera ya terminó de llover, pero adentro de las casas sigue cayendo agua?, dice María del Carmen Alonso, ama de casa que exprime su ropa en el exterior de su domicilio en la colonia José Luz Torres. En su jacalito abundan las goteras, pues el agua quedó almacenada en un trozo del hule que utiliza como techo.
En la colonia Zaragoza Sur, Juanis Salazar repara la reja de madera que construyó con la ayuda de sus niños, pues luego de la lluvia quedó destrozada: ?todo el día hemos estado en esto?.
Las calles son grandes charcos lodosos, por lo que las personas colocaron tablas para entrar a sus viviendas. Las señoras improvisan tendederos para colgar sus pertenencias, todo está mojado: las camas, los muebles, las cobijas, la ropa, las tortillas.
Los niños andan semidesnudos para no enfermarse por vestir ropa húmeda. Con dificultad, Isidra Dávila sale de su vivienda, que está en medio de un enorme charco y lodo: ?uno no puede ni salir, todo está resbaloso, hay mucho lodo, no se puede caminar?.