Le miran como el rebelde. El soberbio. El radical. El terco. El necio. Lo han llamado el secuestrador del Paseo de la Reforma. Algunos lo perciben como el mesías, el salvador. Otros lo señalan sólo a él como si la gente alrededor suyo no existiera .
EL UNIVERSAL-AEE
MÉXICO, DF.- En días pasados durante el plantón que la coalición Por el Bien de Todos mantiene en el Zócalo, el coordinador del campamento del estado de Guerrero, Sebastián de la Rosa, declaraba que Andrés Manuel López Obrador (AMLO), no podría bajar la guardia en su lucha post electoral porque defraudaría a miles de mexicanos.
De la Rosa reflexionaba el escenario y decía: ?Se le ha visto decisión y a la gente ya le molesta la tibieza. Si no asume su capacidad de liderazgo, la población le retirará su apoyo. Andrés Manuel, es necesario en un movimiento social de esta naturaleza porque ese fastidio y cansancio de la gente de sentirse engañada por los gobiernos en el poder, se canaliza en él?.
Pero quizá Andrés Manuel López Obrador camina por un sendero sin regreso. En una lucha en la que la presión de sus seguidores le empuja. El compromiso lo atrapa. Muchos de los que permanecen en el Zócalo desde hace dos semanas son personas que caminaron al lado de él en los escenarios más adversos, en los del paraje San Juan, en los del desafuero. Pero a dónde lo podría llevarle el compromiso. ¿La inercia de la masa podría significar el suicidio político?
Sus simpatizantes han manifestado en favor de medidas radicales, tomar el Palacio Nacional, las dos Cámaras y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Él, de alguna forma los ha controlado e incluso pareciera que ha sopesado la carga sobre su espalda al reconocer hace unos días que: ?No es fácil dirigir este movimiento, cualquier cosa que se haga va a generar molestias?, dijo.
José Fernández Santillán, responsable del intercambio académico entre la escuela John F. Kennedy de Políticas Públicas y el Hausser Center, -la instancia institucional de la Universidad de Harvard para el estudio de los movimientos y organizaciones sociales- se ha empeñado en manifestar la idea de que López Obrador ha generado un movimiento de resistencia civil que dañó los derechos de terceros con lo del plantón en Reforma.
?Lo que no se ha querido ver, es el reverso de la moneda en el sentido de que Andrés Manuel se convirtió en un gran catalizador de energías que ya se hubieran desbordado porque les ha dado sentido. Es, sin lugar a dudas, el líder social más importante que hemos tenido en este país desde la época de Lázaro Cárdenas e incluso rebasó a Cuauhtémoc. El arte de la política consiste en canalizar y dar cauce a las energías sociales?, dice.
El politólogo y autor del libro El Despertar de la Sociedad Civil dice: ?Desgraciadamente sus críticos no han podido valorar lo que está aportando a la democracia porque hay muchas energías sociales acumuladas en el subsuelo nacional que están a punto de estallar como un volcán?.
Lo cierto es que la bola de nieve ya rueda en declive. Y si López Obrador da un paso atrás y pide a sus seguidores irse a sus casas a esperar si se decide o no por un recuento de todos los votos, perdería su liderazgo. Si la gente no estuviera en las calles no tendría a quién responder. En las últimas semanas, Andrés Manuel López Obrador ha sido sentado en el banquillo de los acusados ante periodistas de radio, televisión y prensa escrita que más que esto semejan jueces. Es el culpable del caos urbano, el hombre que no aporta nada a la democracia con sus llamados a la resistencia civil.
?Pobre, probrecito Andrés Manuel. Tu rostro devastado, me devasta. Tus ojitos antes luz, son ahora desvelo. Recuerda: no estás solo. No lo olvides: este ingrato país legalista no te merece?, escribió el crítico y director editorial de Cuaderno Salmón, Rafael Lemus en un texto en el que vapulea al propio López Obrador y a los intelectuales que le han mostrado su respaldo como Carlos Monsiváis y Elena Poniatowska a quienes señaló de acoger acríticamente a un caudillo recién emergido.
Hay una cerrazón de la cúpula en este país, una especie de porfiriato y lo que ocurre aquí es una calca de la rebelión de Ucrania cuando Víctor Yúschenko lanzó una lucha post electoral y organizó una resistencia pacífica. El resultado fue exitoso, se organizó una segunda vuelta y ganó la Presidencia.
?Lo que ocurre aquí en México es que hay una visión de la política terriblemente estrecha, es como un campo de batalla donde hay que destruir al enemigo. El problema es que hay una crisis política, pero también hay una crisis de visión y de análisis de la política?.
Para Fernández Santillán el hecho de que López Obrador baje la guardia sería como detener un torrente que lleva cauce y éste podría encontrar un camino inesperado, ?entonces sí habría una situación incontrolable, cercana al estallido social?.
El analista dice que la gente que respalda al candidato de la coalición proviene de todos los espectros, pero el politólogo Macario Schettino muestra su visión. Asegura que el Peje -como le nombran- ha ido construyendo un grupo de seguidores del que no es fácil librarse. ?Detrás de él hay grupos que son estrictamente políticos, que tienen que ver con el clientelismo que él mismo desarrolló. Hay grupos que ya lo comienzan a mirar de una manera devocional, que lo adoran como si fuera una figura religiosa. Lo de que Andrés Manuel es líder de los pobres o de los descontentos es un mito, no lo creo, si eso fuera cierto el hubiera ganado la elección y no la ganó?.
El desenlace para Schettino: Si el Tribunal Electoral declara válida la elección, la mayor parte de los grupos de políticos lo abandonaría porque ya no tendría sentido seguirlo, pero los otros grupos le exigirán más acciones radicales, pero no tiene por qué hacerles caso.
?Andrés Manuel eligió un mal camino después de la elección si él no hubiera realizado ninguna movilización grande, si se hubiera estado en paz, hoy al menos sería el dirigente más importante en el país, pero al cerrar Reforma perdió un gran capital político y conforme se vaya perdiendo ese capital tenderá a radicalizarse?, dice.
Gustavo Iruegas, ex subsecretario de la Secretaría de Relaciones Exteriores para América Latina y el Caribe, dice que la situación actual no debe verse como una pretensión de López Obrador, sino como una postura de la parte más importante de la sociedad que es la mayoría. Y si cede en esta lucha, estaría traicionando a toda esa gente. Lo que está encabezando es una causa popular que no admite lo que ha ocurrido en otras ocasiones, el utilizar el poder para despojar al pueblo del ejercicio de su voluntad. ?El respaldo popular es lo que precisamente le da legitimidad a su causa?, dice.
?No creo que haya una presión de sus seguidores, hay un compromiso, pero no hay riesgos porque el tiene que sostener la causa que encabeza. El problema es que los medios de comunicación argumentan su información como si el reclamo fuera por el ejercicio de la votación, cuando el reclamo es por el conteo. Es la población la que necesita certeza?.
Vamos a mantener el movimiento, vamos a mantener la resistencia civil pacifica el tiempo que sea necesario y vamos a iniciar el movimiento para transformar las instituciones de nuestro país, diría López Obrador.
Hoy el TEPJF ofrecerá los resultados del recuento del 9.7 por ciento de las casillas.
?Si Andrés Manuel toma la decisión de levantar el plantón, si decide hacer un receso, la gente lo acataría?, dice Humberto Arroniz, coordinador del campamento de Michoacán.
