BASES| EL GÉNERO SE INICIA EN MÉXICO EN EL AÑO DE 1958.
La televisión mexicana se concentra en los refritos debido a la desconfianza de las televisoras a historias inéditas.
EL UNIVERSAL-AEE
MÉXICO, DF.- Pan con lo mismo en la pantalla chica. La telenovela mexicana agoniza; este género que tanto prestigio internacional dio a nuestro país se ha convertido en una fábrica de refritos y adaptaciones; las razones: la falta de confianza de las televisoras en las historias inéditas y la voracidad del dios rating.
No es casualidad que de las ocho telenovelas al aire, tanto de TV Azteca como de Televisa, siete de ellas no sean historias originales.
Como nunca antes desde que la telenovela nació en México con un sello de autenticidad, 1958 con Senda Prohibida, este género ha enfrentado momentos tan oscuros, perdiendo terreno en el extranjero y, lo más grave, teniendo que importar de países a los que antes exportábamos: Argentina, Colombia y Venezuela, entre otros.
Mundo de Fieras, la ?nueva? producción de José Alberto Castro, es una adaptación realizada por Liliana Abud -la escritora más solicitada con novelas como Cuna de Lobos, que encumbró a María Rubio y que ahora César Évora, con un doble personaje, imitará con un parche en el ojo, igual que lo hiciera Catalina Creel.
TV Azteca, por su parte, ha entrado en una etapa de ?argentinización? y ?colombianización?, prefiriendo comprar derechos de producciones que han sido exitosas en aquellos países sudamericanos: Los Sánchez, Amor en Custodia, Amor sin condiciones, Amores cruzados, Las Juanas y Montecristo, cuyos derechos fueron adquiridos a Telefe Internacional.
La vista hacia el sur del continente de TV Azteca le ha llevado a coproducir con Colombia Amores Cruzados, intentando compartir el aprendizaje del estilo, de temática universal y la dirección de escena que ese país le ha procurado a producciones que han sido grandes éxitos como Betty la fea -adaptada a la mexicana por Televisa en La Fea más Bella-, así como Café con Aroma de Mujer y Pedro el Escamoso, otra novela que será refriteada bajo la producción de Mapat.
El crítico Álvaro Cueva dijo que el concepto de ?telenovela? está próximo a morir en su hábitat natural. ?Las razones son por la franca ignorancia de algunas personas que no quieren creer en los nuevos escritores. Estamos sin trabajo; no hay historias nuevas de mexicanos que se estén comprando. Es lo mismo que sucede en Hollywood, la gran potencia del cine mundial se dedica a aglutinar las mejores historias de otros países para refritearlos?, explicó.
Prefieren no arriesgar dinero
El director de Estudios Azteca, Martín Luna, argumentó que la televisora no se atreve a invertir en una telenovela con un guión basado en una historia original mexicana porque no está dispuesto a perder alrededor de cinco millones de dólares, que dijo cuesta una telenovela.
Salvador Mejía, productor de La madrastra, coincidió con Luna al señalar que los productores recurran a los refritos para asegurar el éxito.
?Lo primero que uno busca es tener algo que ya haya funcionado, porque de alguna manera crees que llevas algo más seguro.
?Una de las cosas por las que nos critican en Televisa es porque dicen que hacemos muchos remakes, pero no es que los hagamos, sino utilizamos el acervo literario que tenemos como activo, que es el más grande del mundo. Utilizarlo es una de las consignas que tenemos como empresa?.
Al rescate de las telenovelas
Por fortuna, al parecer no todo está perdido para la telenovela, y TV Azteca ha dado el primer paso al realizar el II Concurso Hispanoamericano de Guión de Telenovela con Valores, incorporando nuevas historias y escritores de América Latina y de España.
Así, ya se están elaborando los libretos de Al Filo de los Diamantes, primer lugar del certamen, del autor colombiano Pablo Rueda Arciniegas, y de Dulce Matilde, creación del escritor mexicano Luis Felipe Ibarra.
El premio para los autores, más que las cantidades en efectivo, será ver en pantalla su creación, que debió pasar los cánones de calidad y exigencias de un jurado que contó con intelectuales como Ángeles Mastretta, Vicente Leñero, Gilberto Rincón Gallardo, el doctor Luis Morfín, director general del Centro de Estudios Educativos, y Olivia Núñez, directora general de A Favor de lo Mejor.
Mientras llega el momento de la renovación de las telenovelas que se transmiten actualmente, sólo Código Postal, producción de José Alberto Castro, tiene una idea que sin ser del todo original, pues toma de varias situaciones y subtramas conocidas, al menos sale del estándar del refrito. Sus autores son Sergio Vainman y Marily Pugno, con la adaptación de Ximena Suárez y Aída Guajardo.
Martín Luna, director de Estudios Azteca, dijo en entrevista que Azteca ya encontró la solución para evitar los refritos: la creación de una escuela para escritores mexicanos.
?Acabamos de abrir un Centro de Formación de Escritores y lo que más nos gustaría es que los productos fueran 100% mexicanos. La tendencia a largo plazo es que todos los programas que se vean en TV Azteca sean mexicanos?, indicó Luna. La razón de esta escuela es simple: la poca experiencia de los trabajadores de la pluma.
?Televisa tenía contratados, en exclusiva a todos los escritores; entonces apenas estamos haciendo una escuela y creando nuestros propios escritores?, indicó.
Defiende Liliana Abud las adaptaciones
Liliana Abud, escritora de exitosas telenovelas como Los Parientes Pobres (1993), defendió a aquellos que, al igual que ella, se dedican a llevar las historias a la pantalla chica.
?No hay falta de talento, porque es igual de difícil adaptar como escribir historias originales. Simplemente es una cuestión de gustos de la empresa que decide si corre el riesgo con un libreto nuevo, o no?.
Desde la historia de Senda prohibida, estelarizada por Silvia Derbez, las lágrimas, los pobres acomplejados, los ricos déspotas, los metiches implacables y los clasemedieros ambiciosos son los mismos pero ahora recargados con escenas sexuales, sangre y acción. Es decir, la misma historia, pero adaptada a los problemas actuales.