COMPLICADO| COREA DEL SUR Y TOGO TIENEN QUE SUFRIR PARA SUPERAR A FRANCIA Y SUIZA.
Las cuatro selecciones del Grupo G, quieren dejar un buen sabor de boca en Alemania.
TORREÓN, COAH.- El Grupo G lo conforman Francia, Suiza, Corea del Sur y el debutante Togo, donde los galos deberán salir victoriosos para acceder a la segunda fase, en lo que marcará la despedida de las canchas de su máxima figura Zinedine Zidane.
Los ?blues? viajarán a Alemania, tras haber logrado sin brillantez la clasificación y con la intención de buscar la cohesión y el juego colectivo que perdió hace cinco años, tras haber marcado una etapa brillante en el futbol mundial.
Han presentado un rendimiento matemático superior a la imagen que ha dejado en las retinas de los aficionados. Con un juego poco vistoso, sin trasmitir sensación de seguridad y potencia tienen números aceptables. Una sola derrota en los últimos 39 partidos, en los que han ganado 26, los convierten en el equipo con mejor estadística, de los que estarán en tierras germanas.
En todas las líneas, cuenta con jugadores de primer orden internacional, sin embargo, su juego no enamora. La llegada de Raymond Domenech al banquillo coincidió con una fase depresiva en el futbol de una selección que había estado marcada por su fortaleza.
Los fracasos en Corea y Japón en 2002 y en la Eurocopa de 2004, pusieron fin a la mejor generación de jugadores que había dado nunca Francia. Incluso en tierras asiáticas, en tres encuentros no pudieron marcar gol, después de presentarse como los actuales monarcas.
A Domenech le tocó hacer la renovación, pero no logró formar un equipo convincente, por lo que casi obligado, tuvo que volver a apoyarse en la generación de Zidane, empezando por el jugador madridista, que trajo junto a él a Claude Makelele y Lilian Thuram.
La vuelta a las raíces tuvo un efecto benéfico para el equipo, que sacó billete para Alemania, aunque no mejoró esencialmente el juego. La defensa es la línea que más se ha renovado y parece que es el mayor éxito del seleccionador, ya que ha configurado una zaga que sólo ha recibido dos goles en los diez partidos de la fase de clasificación para el Mundial.
El centro del campo sufrió un gran cambio cuando Zidane no estaba, pero la vuelta de ?Harry Potter? provocó otra revolución. Del juego apoyado en cuatro centrocampistas, el equipo pasó a dos jugadores de corte defensivo (Vieira y Makelele) y tres atacantes, dos por las bandas y ?Zizou? en el centro.
La delantera parece reservada a dos goleadores de la talla de Thierry Henry y David Trezeguet, sin olvidar a Yibril Cissé. Otra duda ha surgido en la portería, tradicionalmente destinada a Fabien Barthez, que ha visto cómo le surgía un competidor en la persona de Gregory Coupet, que ha aprovechado bien los casi seis meses de sanción de Barthez para reivindicar el puesto de titular.
Pese a todo, Francia está lejos de ser el equipo sólido que ganó el Mundial de 1998 y que reivindicó su fuerza dos años más tarde con un triunfo en la Eurocopa de los Países Bajos. Por ello, pocos aficionados colocan a los ?blues? en el grupo de los favoritos para alzar la Copa, aunque muchos apuestan porque será uno de protagonistas de la justa.
Suiza
Desplazada por Francia hacia el segundo puesto del Grupo Cuatro de Europa en la fase de clasificación, Suiza tuvo que centrar su apuesta mundialista en un último duelo, del que salió victorioso gracias al valor doble de los goles en campo contrario (ganó 2-0 en Berna y perdió 4-2 en Turquía), para sellar su pasaporte hacia Alemania 2006.
No podía permitirse el equipo dirigido por Kobi Kuhn, otro letargo en el concierto internacional, luego de perderse los acontecimientos de Francia 1998 y Corea-Japón 2002. Sobre todo, fijadas sus expectativas en la Eurocopa 2008, que se encargará de organizar junto a Austria.
Suiza ha logrado rentabilizar una generación de buenos jugadores. Relevos de un grupo de futbolistas que animó las previsiones de su futbol hace una década, cuando alardeó de un juego vistoso con nombres sonoros como el de Ciriaco Sforza y Stephane Chapuisat, que llegaron hasta los octavos de final en Estados Unidos, donde su progresión fue frenada por España con un contundente 3-0.
El conjunto helvético resguarda futbolistas similares en cuanto a talento, que los de entonces. El futbol suizo tiene fija su mira, no carece de potencial para convertirse, incluso, en una de las revelaciones de Alemania.
Suiza llevó una trayectoria casi impecable antes de asomarse al trauma de la repesca. No conoció la derrota durante más de un año. Se mantuvo invicta durante catorce partidos seguidos, rentabilizando la madurez de un equipo que sorprendió gratamente en su etapa juvenil. Es el caso de Tranquillo Barnetta o Philippe Senderos, que fueron campeones de Europa con la selección Sub 17 en 2002.
Kuhn ha logrado reunir a un grupo sólido de futbolistas, con una mezcla de veteranos y prometedores jóvenes, capitaneados por el mediocampista Johann Vogel, fichado esta temporada por el Milán.
Firme en la meta con el experimentado Pascal Zuberbuhler y en la medular con el centrocampista del Hamburgo Raphael Wicky, ex jugador del Atlético de Madrid, incrementa su competitividad con la experiencia aglutinada por algunos de sus jugadores en el futbol extranjero.
Corea del Sur
Para la cita germana, será otro holandés de prestigio el encargado de llevar el rumbo de la selección surcoreana, Dick Advocaat, un técnico de 58 años de mucho carácter, que como Hiddink ha pasado por la selección holandesa y el PSV Eindhoven.
Advocaat quiere revivir el espíritu de 2002 y devolver la ilusión que no pudieron contagiar los dos sucesores de Hiddink, el portugués Humberto Coelho y el también tulipán Jo Bonfrere. Como sucedió hace cuatro años, Corea del Sur presentará un equipo físico, basado en el trabajo colectivo y en la solidaridad, donde las individualidades pierden relevancia ante lo colectivo.
Park Ji-sung es la cara más conocida del combinado oriental, así como el futbolista asiático de mayor trascendencia en el panorama internacional. Se trata de un rápido centrocampista que juega por la banda y que destacó en el PSV Eindhoven, tras brillar en el pasado Mundial y en su primera temporada en el Manchester United, ha sorprendido con su rápida adaptación a los esquemas de Sir Alex Ferguson y los rigores de la Premier League.
Togo
Será la cenicienta del sector, pero ya dio la sorpresa en la fase de clasificación y el emergente futbol africano no ha dejado de sorprender en los últimos años, aunque tuvo un mal comienzo en las eliminatorias, encuadrados en un potente grupo en el que destacaban selecciones como Congo, Liberia o Senegal.
Todo cambió con la victoria ante Senegal, gran favorito del grupo y equipo que llegó a los cuartos de final en Corea-Japón 2002. A partir de este encuentro, los ?Gavilanes? encadenaron cuatro victorias seguidas, que les permitieron mantener el liderato con dos puntos de ventaja hasta el final. En total, siete victorias y sólo una derrota en diez partidos.
Hasta la fecha, los togoleses únicamente contaban con participaciones en cinco Copas Africanas de Naciones, en los años 1972, 1986, 1998, 2000 y 2002, y siempre sin llegar a superar la primera fase. Recientemente jugaron en Egipto 2006.
El mérito del éxito del equipo africano hay que atribuirlo a su ex seleccionador, Stephen Keshi. Este antiguo internacional nigeriano (capitán de las ?Águilas? en Estados Unidos 1994) dirigió a un conjunto mayoritariamente joven en el que destacan veteranos como Jean-Paul Abalo, de 31 años y Emmanuel Adebayor, un verdadero ídolo en el país.
La inexperiencia de los jugadores en la máxima competición de selecciones, será una desventaja, así como la falta de garantías de la línea defensiva, tradicionalmente el punto vulnerable de los equipos africanos.
La sangre nueva la aportan talentos como el ariete Oulfade Adekanmi, aunque a pesar de la hazaña lograda, una mala actuación en la Copa Africana de Naciones provocó la caída de Keshi al frente del equipo.
Tras su destitución, la Federación confió las riendas del equipo a Otto Pfister, técnico alemán y un auténtico trotamundos especializado en el futbol africano, donde ha dirigido a Ruanda, Burkina Faso y a Senegal.
El verdadero sueño de Togo es ser la sorpresa del mundial, en la mejor tradición de otras selecciones africanas de anteriores ediciones como Nigeria o Senegal. Si gana algún partido, será un triunfo. Como ventajas tienen la juventud y fortaleza física del equipo, así como la calidad de su delantera.
La inexperiencia de los jugadores en la máxima competición de selecciones, será una desventaja, así como la falta de garantías de la línea defensiva, tradicionalmente el punto vulnerable de los equipos africanos.