El Universal
MORELIA, MICH.- En la percepción del director Guillermo del Toro, el cine mexicano está en los umbrales de un momento glorioso, y así como en los 50 estaba la llamada Época de Oro, con directores como Emilio Indio Fernández, Roberto Gavaldón o Julio Bracho, con una industria floreciente, ?hoy no hay industria, pero se cabalga en coproducciones internacionales, por eso me sumo al esfuerzo de los nuevos realizadores en México que cada vez tienen más resonancia internacional como Fernando Eimbcke, Rodrigo Plá y Carlos Reygadas, entre otros.
Su compromiso con los nuevos realizadores lo hace manifiesto al apoyar a la realizadora Andrea Martínez, quien filmará su ópera prima Objetos insignificantes, melodrama que será coproducido por España y México, a través de su productora.
Asimismo, Del Toro (Cronos o El espinazo del Diablo) siente más que nunca la necesidad de volver a México a filmar, ?creo que este es el momento justo para hacer esa historia que tengo pendiente en mi país. Antes había vaguedades políticas. Hoy vivimos una circunstancia muy peculiar, la de un país que se ha polarizado brutalmente, y que ha tomado conciencia política.
?Esto, a raíz del proceso de elección presidencial que vivió nuestro país?, comenta el director. ?No se trata de quién tiene la razón, sino quien asuma el poder va a tener un país partido en dos, hay que tomar en cuenta eso a la hora de gobernar. No creo que haya una vocación de ser inclusivos, pero lo único que queda es la salida diplomática, legislativa y la negociación política?.
?Cada quien tiene la opinión de si fue o no un fraude, o una serie de fraudes pequeños, pero concretamente lo que tenemos que hacer es consolidar una fuerza de oposición política que permita estar cimentando seis años antes lo que va a venir?.
Al cuestionarle si le gustaría hacer una cinta al respeto de algunos de los ex candidatos a la Presidencia, Del Toro afirma que no cree en los políticos, más bien cree en la fuerza de los ciudadanos, que en su labor y en su quehacer articulan sus inquietudes políticas, no importa si eres panadero, zapatero, más bien si dentro de tu círculo tratas de afectar la ideología de esa gente para que haya una toma de conciencia, pero con tus herramientas no con herramientas usurpadas.
Aunque no define todavía un proyecto en concreto que lo traería de nuevo a México para filmar, el realizador asegura que obviamente tendría que ser en el género que ha explorado desde sus inicios, es decir el de la fantasía y el terror, porque justamente ?de la magia surge de la realidad más brutal?.
Como sucede con su más reciente filme El laberinto del fauno que tuvo su estreno nacional en el marco del cuarto Festival Internacional de Cine de Morelia, película que recibió una gran ovación de más de 20 minutos en la pasada edición del Festival de Cannes. El universo cinematográfico de Del Toro está marcado por el horror y la magia, y en sus películas ha construido un puente para reflexionar sobre la crueldad y la violencia humana decantada a través de la fantasía, como sucede con El laberinto del fauno.
Esta cinta, asegura Del Toro, es la mejor en toda su carrera, y representa una coproducción con España y México, en donde participa con su compañía Tequila Gang, y la productora de Alfonso Cuarón Esperanto Filmoj. La cual se estrena en México este viernes en más de 200 salas de todo el país, y para la cual luchará por conseguir su nominación a la mejor película extranjera en la próxima entrega del Oscar.