EL SIGLO DE TORREÓN
FRANCISCO I. MADERO, COAH.- Los vecinos que tienen su vivienda en las arterias Viena y Lucerna de la colonia Francisco I. Madero, se quejan por la presencia de unidades tipo ?chatarra? que obstaculizan el paso de los peatones.
Quienes solicitaron el anonimato, hicieron notar que además del problema antes señalado, las partes de los automóviles que ahí son colocadas por el dueño del ?yonke?, le brindan un mal aspecto a la unidad habitacional.
También manifiestan su molestia porque los esqueletos de lo que fueron carros o camionetas en uso, ?permanecen en estas arterias por días y hasta por meses, lo que nos ocasiona serias molestias, ya que no podemos estacionar ahí nuestras unidades?.
Los denunciantes comentan que no están enojados con el dueño, ya que incluso es un buen vecino, pero como temen que tome alguna revancha, no se atreven a pedirle que rente un lugar para que ahí coloque toda esa chatarra.
Sobre la calle Viena hasta donde hace esquina con la Lucerna, se notan las estructuras que incluso fueron colocadas en orden por el dueño del negocio, quien por falta de espacio en su local, decidió tomar las calles como corralón.
Los vecinos se molestan porque además no pueden recoger el cúmulo de basura que se estanca bajo los armazones.
?Todos nosotros decidimos hacer pública esta denuncia para que las autoridades correspondientes hagan algo al respecto, pues no queremos que este problema progrese?, señalaron quienes sólo desean el desarrollo del sector donde viven.
La queja
Los vecinos que tienen su vivienda en las arterias Viena y Lucerna de la colonia Francisco I. Madero:
Se quejan por la presencia de unidades tipo ?chatarra? que obstaculizan el paso de los peatones.
Brindan un mal aspecto a la unidad habitacional.
Además permanecen en estas arterias por días y hasta por meses, lo que ocasiona serias molestias a los vecinos.
Ellos se molestan porque además no pueden recoger el cúmulo de basura que se estanca bajo los armazones.
Desean que el Municipio intervenga a fin de que el problema no progrese.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón
