EL UNIVERSAL-AEE
BAGDAD, IRAK.- A medida que se reduzca la ayuda estadounidense, la reconstrucción de Irak dependerá de las inciertas exportaciones petroleras, la ayuda extranjera y una drástica reorganización de su economía a fin de atraer inversiones, destacó ayer el director de la reconstrucción en Irak.
El desafío es enorme, indicó Daniel Speckhard. Los expertos calculan que serán necesarios hasta 100 mil millones de dólares para restablecer la arruinada infraestructura de Irak. La ayuda estadounidense desde que invadió Irak en marzo de 2003 ha llegado a los 21 mil millones de dólares.
Speckhard se refirió al establecimiento de dos mil cibercafés y la proliferación de teléfonos celulares a cinco millones de usuarios -en un país de 27 millones de personas- como una señal de mejoras económicas.
Pero admitió que Irak, atenazada por una cruenta campaña insurgente, sigue aquejada de graves fallas como una escasa producción de electricidad y débiles exportaciones petroleras que sólo llegaron a un promedio de 1.4 millones de barriles diarios en el 2005, como consecuencia de los ataques de insurgentes a los oleoductos y otras dificultades.
“Si se desea mantener el presupuesto del Gobierno de Irak se necesita aproximadamente unos 1.65 millones barriles de crudo diarios en exportaciones”, destacó. Sólo cuando las exportaciones superen ese nivel el Gobierno podrá invertir en capital para la reconstrucción, indicó.