El Siglo de Torreón
CD. LERDO, DGO.- La temperatura ha alcanzado los 36 grados centígrados y Felipe Arreola González, de 72 años, continúa vendiendo sus fierros viejos a las afueras de su casa.
Sentado en una vieja silla, cubriéndose el rostro de los rayos solares con un sombreo de paja, se encuentra Felipe en la esquina de la calle Lucio Blanco y avenida Madero de la colonia 20 de Noviembre.
Hace más de tres años, eligió este punto para iniciar con su negocio, ante las malas condiciones que desde entonces presentaba el campo lagunero.
?Era jornalero libre, trabajaba aquí y allá, así duré como más de 60 años, prácticamente toda mi vida, pero la necesidad me hizo trabajar en algo diferente?, comenta Arreola González, viudo y padre de ocho hijos.
Poco antes de las ocho de la mañana, sale con su carretilla cargada de fierros viejos para después acomodarlos en una pequeña mesa de madera.
?Así es todos los días, puesto que todos los días tengo hambre y debo de comer?, señala Felipe con una sonrisa nerviosa.
Aunque hay días en que las ventas han sido muy malas, Felipe asegura que obtiene lo necesario para comprar por lo menos medio kilo de tortillas y frijoles.
?Hay días en que no se para nadie?, dice aquel hombre, quien asegura que en esos momentos sus amigos más cercanos le hacen compañía.
A pesar de que esta nueva profesión sólo le ha dejado para mal comer y resistir las inclemencias del tiempo, asegura que lo mejor es que gracias a él, ahora cuenta con más amigos y ha conocido a una gran cantidad de personas.
Felipe menciona que a pesar de que sus hijos no lo visitan con frecuencia, sabe que cuenta con su apoyo así como el de sus nuevos amigos. ?Ellos también tienen sus preocupaciones pero sé que cuento con ellos?, finaliza el comerciante con una sonrisa.