EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Para festejar el segundo aniversario del Teatro Nazas, el próximo dos de octubre se presentará la Compañía Nacional de Danza.
Se trata de la agrupación de ballet clásico más representativa de México, tanto por su conformación, como por sus dimensiones y repertorio, que tiene como uno de sus primeros bailarines a Raúl Fernández, lagunero por adopción aunque originario de Córdoba, Veracruz.
Bajo la dirección del destacado maestro Dariusz Blajer, la agrupación ofrecerá lo mejor de su repertorio en la Gala de Ballet, con la que se marca el inicio de los festejos del Nazas.
Y es que, precisamente, el dos de octubre se cumplen dos años de que el teatro fue reabierto al público, luego de permanecer por varios años cerrado y rehabilitado por el Patronato, que también se encargó de restaurar los murales Riqueza Algodonera, con el apoyo de Adopte una Obra de Arte.
No es la primera vez que la compañía se presenta en La Laguna, la última vez que lo hizo fue hace alrededor de cuatro años en el Teatro Isauro Martínez y en el auditorio Santiago A. Garza de la Mora.
Los orígenes de la compañía se remontan a 1963 cuando se creó ?por iniciativa de Celestino Gorostiza, titular en ese entonces del Instituto Nacional de Bellas Artes? el Ballet Clásico de México, al fusionar a dos grupos independientes: Ballet Concierto, dirigido por Felipe Segura, y Ballet de Cámara, por Nellie Happee y Tulio de la Rosa.
Esta aleación de géneros ?clásico, neoclásico y contemporáneo? surgió por la necesidad de contar con una agrupación estable de ballet, representativa de México, para rescatar el repertorio de la época de oro de la danza mexicana y el trabajo de ballets clásicos y neoclásicos. A lo anterior se sumó la voluntad de apoyar la labor de grandes bailarines, maestros mexicanos con formación clásica, coreógrafos y diversos creativos alrededor de la danza.
El crecimiento artístico de la compañía ha tenido diferentes cauces, pues se nutre de fuentes varias, la combinación de ellas y un estilo más latino, interpretando y reinterpretando la escultura del movimiento. Así, con los sentidos abiertos a lo que sucede en su entorno y asimilando los lenguajes más diversos, la compañía busca y se perfecciona, al reafirmar su esencia clásica y probar su habilidad hacia lo neoclásico y contemporáneo. La disciplina y la exigencia en el entrenamiento de sus miembros, así lo permiten.
A lo anterior se suma la creación de propuestas que generan montajes que se han vuelto una gran tradición en México, o espectáculos interdisciplinarios que cada vez que se presentan son un éxito total, o buscar espacios alternativos, o llevar el ballet a la calle, o simplemente por fomentar el gusto por la danza.