La fracción panista del Congreso de Coahuila que encabeza José Antonio Jacinto Pacheco, presentó una iniciativa con la finalidad que los señores diputados, ya sea en Pleno o en la Permanente, celebren cuando menos tres sesiones por semana, lo que implicaría que los legisladores se pusieran a trabajar en serio. Pero lo que no está claro es si los diputados cobrarán dieta por cada vez que acudan a las sesiones, pues como lo informó hace unos días El Siglo de Torreón, cuando menos en la anterior Legislatura cada diputado recibía mil quinientos pesos por sesión y si ahora se pretende que se reúnan con esa periodicidad y sigan cobrando esa cantidad, resultará que, adicionalmente a todas sus prestaciones, los diputados recibirían un promedio de dieciocho mil pesos mensuales. ¿Por qué no cancelan las dietas por sesión y se constriñen sólo a su salario? Entonces sí, que se reúnan las veces que quieran, pero dando resultados no nada más por ir a apoltronarse a sus curules a dormir ?siestas parreñas?, como es socorrida costumbre de los ?representantes del pueblo?.
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Sumamente molestos se encuentran con los medios de comunicación los dos diputados locales emanados del Sindicato Magisterial, Julián Montoya de la Fuente y José Luis Alcalá de la Peña. Los dipu-profes no entienden cómo los reporteros y la sociedad en general ?han causado tanto alboroto? -así lo dijeron- sobre el asunto de los bonos y percepciones económicas extraordinarias a las que tienen acceso los legisladores en Coahuila. Pero lo que quizá no sopesaron los dos legisladores, es que la sociedad se va a irritar más cuando conozcan otros detalles sobre sus ingresos económicos, pues ahora no sólo cobran bajo su condición de diputados, sino que además reciben un salario como profesores, es decir, como si estuvieran dando clases. La realidad es que ambos legisladores son considerados como prófugos del gis, y si bien es cierto desde hace mucho tiempo no dictan una clase -al menos que sea sobre grilla magisterial-, esto no quiere decir que hayan renunciado al sueldo como docentes, acción con la cual le están quitando la oportunidad de desarrollarse profesionalmente a jóvenes maestros que se encuentran en búsqueda permanente de una plaza.
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Durante una conferencia de prensa donde el líder del Congreso estatal, Horacio del Bosque -mejor conocido en el ámbito político como ?Lacho el Feroz?- aclaró que los legisladores priistas no accederán a los bonos semestrales y que el Congreso buscará regular y normar los ingresos de los servidores públicos, los dos diputados de ese partido, originarios del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, perdieron la oportunidad de quedarse callados y no regarla, como finalmente sucedió. El primero en hablar fue Montoya de la Fuente, quien acusó a los reporteros de fijar su interés exclusivamente en el tema del bono -?como si eso fuera lo más importante?, dijo- y no se ocupaban de aspectos más relevantes para la comunidad coahuilense, como el estado financiero de algunos municipios. Pero cuando un reportero le pidió entonces que aportara detalles sobre las cuentas públicas municipales, Julián Montoya se quedó callado, con los ojos de sorprendido, pues después reconoció que no tenía elementos para opinar sobre el tema. ¿Quién le entiende al ?brillante? legislador? Pero el que de plano se fue de bruces fue el diputado Alcalá, quien contradiciendo a ?Lacho el Feroz?, dijo que él sí pretendía recibir los bonos económicos ya que sus compromisos sociales y de gestoría son muchos, de tal manera que parte de ese ingreso lo piensa utilizar en la entrega de despensas, dulces y demás limosnas políticas a quienes habitan en las colonias precarias del distrito que representa. Los reporteros le aclararon que mensualmente el Congreso entrega a cada diputado veinte mil pesos precisamente para este tipo de acciones y que si tanta es su preocupación por la gente, por qué mejor no piensa en destinar parte de su jugoso sueldo como curuleco por el bien de los que menos tienen y por los que tanto sufre. Esto bastó para que José Luis Alcalá de la Peña, al igual que su compañero Julián Montoya, mejor se quedara calladito. Así se ve más bonito. ¿No creen?
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Nuestros subagentes que trabajan de socorristas en la Cruz Roja nos informan que en eso de los despidos masivos que lleva a cabo la Administración de don José Ángel, la sangre sí llegó al río. Y es que verdaderamente desesperado porque durante tres días lo trajeron a vueltas y vueltas y peor que vendedor de Afores lo citaban a las ocho de la mañana para atenderlo a la una y con la excusa de que era todo lo que podían ofrecerle, el ex titular de Parques y Jardines, Sergio Rivera Mendoza, luego de nueve años trabajando ahí, les dijo su precio a los de Recursos Humanos, ahí en el primer piso de la Dirección de Servicios Generales, de manera que puso a temblar a los vidrios, a las plantas y a los trabajadores cuando les exigió a gritos y en actitud amenazante que pese a amenazas y presiones que le hicieron no aceptaría los quince mil pesos que le obligaban a firmar. Tan duro estuvo el pleito por las patadas y manotazos de Rivera Mendoza, que Fernando Zertuche Torres no tuvo mas que firmarle un cheque por tres meses, más doce días por año y el aumento del cuatro por ciento que registraron los sueldos este año. Ah, y hasta un cafecito le ofrecieron para que se le bajara la muina.
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También nos informan que contra la enemistad de Guillermo Anaya y los nuevos enemigos gratuitos que se ha echado en las personas de Jorge Zermeño y ahora hasta su padrino político Juan Antonio García Villa, don José Ángel Pérez ha iniciado el ambicioso proyecto ?José Ángel para dentro de seis años?. Y es que dicen que las suaves voces de su esposa María Luisa, pero también las de Jorge Hernández Guerra, apodado ?El Camaleón? porque cambia de piel y color conforme los intereses del partido a quien sirva, le endulzaron el oído al alcalde diciéndole que de lejos se ve que puede ser el sucesor de Humberto Moreira. ¿Por qué no?, fue la pregunta, de manera que bajo esa premisa, la encomienda ahora es trabajar con todo y hacer todos los amarres posibles al interior del PAN y sobre todo allá en la capirucha con el mismo Felipe Calderón, a quien pretende prender la velita tratando de desbancar en eso de las preferencias al virtual senador Guillermo Anaya que quiérase o no, ahí la lleva.
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Tal parece que la alcaldesa de Ciudad Lerdo, Rosario Castro Lozano, olvidó realizar una revisión de la capacidad de quienes integraron el equipo que hizo el análisis para determinar los movimientos en las diversas Direcciones del Ayuntamiento, pues para decidir enroques y la creación de tres nuevos cargos, se llevaron nueve días de ?estudio?. Pues si bien la finalidad es eficientar la Administración municipal, también es cierto que la nómina se ha incrementado en comparación a la anterior, ya que actualmente el número de empleos llega a los mil doscientos puestos y tras el análisis realizado del 23 al 31 de diciembre de 2005, se han creado tres nuevos cargos, una Dirección y dos Coordinaciones, que se quiera o no, significan una fuerte erogación del erario público en lo que a salarios se refiere. A esto habrá que sumar que algunos de los panistas que dejaron de amamantarse del erario público en el Municipio de Torreón, tras los ajustes realizados en la Administración lerdense, nuevamente podrán seguir percibiendo un salario de la ciudadanía, sólo que esta vez, del otro lado del río y del bolsillo de los duranguenses que deben estar encantados de pagárselos.
