Nadie se explica por qué justamente, ahora, cuando el alcalde, José Ángel Pérez, ha decidido acercarse y tener más comunicación con Guillermo Anaya, porque sabe que de todas-todas será senador por el PAN y el nivel de influencia en la capirucha será mayor, sus colaboradores no tengan el mínimo criterio en sus acciones. Nuestros subagentes nos informan que el pasado martes, por instrucciones del jefazo de Servicios Públicos, Alejandro Diez Bracho y utilizando la grúa de Desarrollo Urbano, le fueron retirados pendones de los candidatos a diputado y a senador Jesús de León Tello y Guillermo Anaya, que estaban ubicados en el crucero de bulevar Revolución y Rodríguez Triana. Fue tanta la molestia que ello provocó entre los seguidores de éstos que ni tardos ni perezosos le pidieron a conocido notario público que documentara el hecho, con el propósito de interponer la queja correspondiente en lo que aseguran es un delito electoral de acuerdo al Cofipe. Como parece ser que no es la primera acción de este tipo, se comprometieron a juntarle todas las quejas en un morral a uno de los funcionarios más viajeros de la Administración a fin de que la querella sea de una buena multa o de tres días en la oscuridad.
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O alguien se la robó o fue el mismo candidato a senador por el PRI, Salomón Juan Marcos Issa quien quitó la fotografía sobrepuesta de Roberto Madrazo en el exterior de su casa de campaña ubicada en el bulevar Diagonal Reforma. Nuestros subagentes, que siguen paso a paso las actividades de los calefactos, nos indican que algo extraño sucedió o algún tipo de ?brujería? ocurrió pues la foto del sonriente candidato de la Alianza por México, sólo duró tres días, que fue prácticamente los de su llegada y estancia en la Comarca Lagunera. Será que lo sucedido es el augurio de lo que ocurrirá este dos de julio... veremos.
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Parece ser que Cuba es el destino favorito de los políticos coahuilenses. Vaya usted a saber si se debe a la tecnología, la medicina, la educación y hasta la legislación de ese lugar, pero sin duda es la panacea para los problemas de Coahuila. Al menos es lo que nuestros subagentes ubicados en la capital del sarape y el pan de pulque, nos reportan a raíz de la visita que don Humberto Moreira, el mandamás de Obras Públicas Lalito Olmos, el amigo de ambos y jefe del área de Salud, Virgilio Verduzco y otros funcionarios de las confianzas del gobernador hicieron recientemente a la bella isla. Tal vez el calor los agobió o el estrés por el trabajo que realizan. La realidad es que regresaron renovados, luego de darse una vueltecita por el Tropicana con sus exuberantes bailarinas y refrescarse con los tradicionales ?Mojitos?. Lo interesante es saber qué trajeron de bueno. Este mismo viaje lo realizará próximamente un grupo de regidores priistas saltillenses, desde luego también, a costa del erario.
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Agende para las próximas semanas una serie de cambios que se realizarán en la delegación estatal de la Procuraduría General de la República en Coahuila. Resulta que Tranquilino Juárez se va de esta posición al parecer para ocupar un nuevo encargo pero en la capital del país. Lo que extraña son las versiones de que su relevo será nada más y nada menos que Óscar Calderón Sánchez, sí, el mismo ex titular de la Procuraduría General de Justicia en Coahuila que fungió en el cargo hasta el 30 de noviembre del año pasado. La eventual incorporación de Calderón Sánchez a este puesto en la PGR tendría relación con los vínculos hechos durante su gestión como procu estatal y al empujoncito que le dio su jefe político, el ?burbujo mayor?, Raúl Sifuentes Guerrero.
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El que de plano no da pie con bola, es el presidente municipal de Saltillo, Fernando Donato de las Fuentes Hernández, quien tiene a su propio enemigo en casa. Resulta que por encargo del llamado ?Diablito?, los regidores priistas elaboraron el proyecto de desarrollo urbano para los siguientes años, pero cuando el documento estaba a punto de presentarse en el seno del cabildo, la Oposición detectó que estaba plagado de errores e incongruencias, por lo que se prepararon para rechazarlo bajo una serie de argumentos. Finalmente los regidores del PRI se enteraron del asunto y a última hora decidieron no incluir el proyecto en la junta de cabildo que se realizó el pasado lunes.
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Nuestros subagentes de Ciudad Lerdo nos informan que al regidor priista, Lino Mijares Rosales, no le basta con ir pocas horas a trabajar y cobrar su chequecito como si lo hiciera, sino que ahora encima de eso, desea reducir la semana laboral de seis a cinco días, con el pretexto que el Municipio necesita ahorrar, luz, agua y teléfono. Sin embargo, la pregunta es: ¿qué ahorraría el Ayuntamiento si de todos modos los regidores brillan por su ausencia... a excepción de los días de pago que llegan puntuales a la Tesorería.
