Siguen los apapachos entre el candidato del PRI a la Presidencia, Roberto Madrazo y el gober Humberto Moreira, que se cubren mutuamente de mieles. Resulta que Madrazo escogió Saltillo para uno de sus cierres de campaña y hasta allá fue a decir que el gober Moreira ?tiene en sus manos las llaves de Los Pinos y de Palacio Nacional para que ingrese cuando quiera y las veces que quiera?. Cuentan que el gober se emocionó tanto, que ya hasta le quiere dar consejos de decoración al candidato tricolor. Pero como uno no le da las llaves de la casa a cualquiera así nomás, quién sabe qué arreglo tendrían el candidato y el gober, ya que por ahora las llaves las trae don Chente y una copia doña Marta; y si no sale favorecido Madrazo en la elección de mañana, lo van a acusar de que se mandó hacer una copia y a hacerle cargos.
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Y ya que hablamos del gober, parece que don Humberto piensa que ya se fundieron los focos amarillos y rojos prendidos por el conflicto minero en ?Pasta de Conchos? y luego por las batallas campales protagonizadas por obreros de la empresa Altos Hornos que se disputan la dirigencia del sindicato minero. El gober Moreira asegura que, en vísperas de los comicios federales, en Coahuila hay paz y tranquilidad y consideró que los coahuilenses no deben tener ningún motivo de preocupación para evitar salir el domingo a votar. Y así, tranquilo y sereno, don Humberto se prepara para ir a votar (¿por quién irá a ser?) al filo de las 11 de la mañana en la casilla que se ubicará en la escuela primaria Anexa a la Normal, justo frente a la Alameda Zaragoza de la peronera capital.
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Ahora que dicen que los sistemas del Instituto Federal Electoral son muy confiables y a prueba hasta de balas, una anécdota reciente hace pensar dos veces qué tan avezados están los funcionarios electorales en eso de las cuestiones informáticas. Resulta que a la hora de solicitar acreditaciones de prensa para cubrir la elección, el IFE pidió descargar de Internet un programa que captura los datos de cada persona acreditada, que debían enviarse vía electrónica a Saltillo para que de allá enviaran las credenciales. Pues he aquí que eso de la vía electrónica no funciona muy bien, pues en la oficina del IFE nomás no supieron cómo abrir el archivo. Uno de nuestros subagentes tuvo que emprender el viaje a Saltillo (a donde, como es bien sabido, uno no va a menos que sea absolutamente indispensable) con la información requerida, para explicarle a los funcionarios electorales cómo abrir el archivo en la computadora y recoger las acreditaciones. Eso sí, nuestro subagente se regresó pensando que si el IFE maneja así algo tan simple como acreditar reporteros, ¿cómo le harán para manejar toda la elección? A lo mejor le tienen que pedir ayuda al PRI.
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Nuestros subagentes, disfrazados de hombres de empresa, nos informan que en la reciente reunión del moribundo Consejo Lagunero de la Iniciativa Privada (CLIP), saltaron chispas y por fin salieron las profundas diferencias que existen entre los líderes empresariales. Hasta salió a relucir el nombre de Eduardo Olmos, secretario de Obras Públicas del estado, y uno de los verdugos del DVR, que tanto defendió el CLIP. Dicen que Olmos es el autor intelectual de la ruptura entre la Iniciativa Privada para formar el nuevo Grupo Empresarial Lagunero (GEL). Todo esto porque el ex candidato a la presidencia de Torreón mantiene una estrecha relación con Édgar Ríos, presidente de la Canacintra, quien curiosamente empezó con este movimiento de renovación. ¿Será?
