Ahora que el alcalde, José Ángel Pérez, anda de gira por el estado dando las gracias (y de paso atizando el futurismo) su propio partido parece decirle que ?no, gracias? o, mejor dicho, ?no me ayudes compadre?. Ya brincó la dirigencia del PAN en Torreón, que dice que anda descuidando el changarro y ahora una de las figuras máximas del partido en el estado anda también sorprendido. El ex alcalde, senador y futuro diputado Jorge Zermeño, que algo sabe de estas cosas, ya lanzó su advertencia, cautelosa pero advertencia al fin: don José Ángel debe dedicarse a cuidar su parcela y no andar arando en las de otros. Aunque hay que comprender que don José Ángel no ha de querer que le pase lo mismo que a don Jorge, que con todo y su posición dentro del PAN, al terminar su gestión de alcalde en 1999, se quedó colgado de la brocha con la candidatura a la gubernatura y seis años después, ya candidato, le pusieron una buena barrida.
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Y ya que hablamos del alcalde, es notable el fuerte trabajo que se realiza en la Presidencia Municipal, aunque sea para afiliar más gente al PAN. Nuestros subagentes que andan de ruleteros entre la Presidencia y la sede del PAN, nos platican que el que anda muy afanado es el regidor Manuel Villegas, lleno de actividades partidistas. El primer paso es impulsar a los cuadros de su grupo para que obtengan las próximas diputaciones locales, pero antes van por el Comité Municipal del PAN que ahora ostenta Reyes Flores Hurtado, que es del rebaño de Guillermo Anaya y por ello medio incómodo para el alcalde. Por lo pronto, las primeras cabezas que asoman para las diputaciones son: Luis Jaime Rodríguez y el propio regidor Villegas.
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Nuestros subagentes que venden pan de pulque afuera del Congreso del Estado, nos pasaron los rumores de que el jefazo de la Legislatura, el priista Horacio del Bosque, anda en vías de ser reemplazado, lo que se sospecha por aquello de que se le anda preparando una auditoría. Y es que dicen las lenguas de triple filo que supuestamente ha manejado a discreción más de treinta millones de pesos sin informar claramente a qué los ha destinado. Cuando algunos diputados se asomaron a comprar pan a la plaza, nuestros subagentes rápido pararon la oreja y escucharon que ?Lacho el Feroz? anda como le hacía la profesora Gordillo antes de que le dieran ?gas?, beneficiando más a los legisladores de Oposición. Citaron el caso de Jacinto Pacheco, líder de la fracción panista, a quien dicen que le pagaron un viaje ?de trabajo? a Cancún; José Refugio Sandoval, del Partido Verde, al que le subsidiaron unas vacaciones a Ecuador, en un supuesto viaje parlamentario. A Lorenzo Dávila Hernández, líder de la fracción del PRD, le financiaron unas vacaciones en Mazatlán. Entre los priistas, Francisco Saracho, recibió dinero para irse a Los Cabos.
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Y ya que andamos por los rumbos de la peronera capital, he aquí que el gobernador Humberto Moreira Valdés advirtió a sus colaboradores que ahora tendrán más chamba, porque a él le ha dado por aparecerse en el Palacio de Gobierno hasta los domingos para avanzarle a los asuntos pendientes. Quizá esto sea porque se aburre solo en su casa, pero el caso es que los colaboradores del Gober tienen que andar siempre al pendiente, porque cuando Moreira tiene alguna duda sobre temas específicos, manda llamar al servidor público en cuestión y ya han sido más de tres los funcionarios estatales que han tenido que suspender la comida en familia o dejar la película dominguera a medias, para ir a explicarle al Gober algún problema. Todavía no sabemos si esto es digno de encomio o si de plano al Gober se le pasa la mano para que no lo tachen de flojo, pero el asunto recuerda al ex presidente Echeverría, cuyos colaboradores más cercanos tenían que dormir vestidos porque al señor se le ocurría llamarlos a Los Pinos a las tres de la mañana para consultarles lo que se le ocurría y era muy ocurrente.
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En el otro extremo anda don Octaviano Rendón, el alcalde de Gómez Palacio, que no conforme con el descanso que se acaba de tomar, ya se va otra vez a principios de la semana, porque dice que la vez pasada nada más fue para ir a Durango a la inauguración de la feria. Todo hubiera parecido normal si la ausencia del alcalde no se hubiera atravesado con el problema generado por el descarrilamiento del tren, tema que se ha vuelto bandera de lucha para su Administración. Pero durante el día del percance y los tres días posteriores al mismo, mientras todos se andaban pasando la bolita, don Octaviano ni las narices asomó. Es bonito no hacer nada y después de no hacer nada, descansar.
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