Nuestro subagentes nos informan que a partir de ayer comenzaron a correr las apuestas en torno al futuro del PRI en Torreón. O se mejora un poquito a raíz de los nombramientos y el trabajo que hagan los ?cinco fantásticos?, es decir, los subsecretarios enviados por el gober Humberto Moreira o de plano ya ni quién los ayude. Están los ya veteranos, como Salvador Hernández Vélez, de Gobierno y Elías Juan Marcos, de Fomento Agropecuario y los que apenas ayer estrenaron cargo y oficina: Alfredo Mafud, en Desarrollo Social, Bernardo López, en Fomento Económico y Jaime Russek, en Turismo. Según esto, la maniobra del Gober es para contrarrestar lo que ya parece una aplanadora blanquiazul integrada por los futuros diputados Jesús de León Tello, Carlos Bracho, Jorge Zermeño y el futuro senador Guillermo Anaya, que están a punto de tomar la mejor posición para gestionar apoyos para la región allá en la capirucha. Por cierto, el nombramiento del empresario Jaime Russek como subsecretario de Turismo, no estaba contemplado en la lista original de promociones, pero ya encarrerado, el Gober decidió subirle el perfil al empresario que ya era mencionado para dirigir el PRI municipal. Pero a fin de cuentas, eso de los nuevos subsecretarios hasta ahora es una fachada si no se ?ponen de veras las pilas?. O lo que es lo mismo, ya los ?vistieron de seda?, a ver cómo se quedan.
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Como saben ustedes, a nuestros subagentes les encanta escuchar a través de las paredes, así que con estos movimientos en el Edificio Coahuila pegaron la oreja al muro y escucharon que algunos grillos ya andan especulando que Alfredo Mafud Kaim, ?canacintro? de corazón y burócrata por invitación, es visto con buenos ojos por el Gober para las elecciones municipales de 2009. Lo dicen porque don Alfredo tiene un buen amigo en José Antonio Murra Giacomán, uno de los asesores del Gobierno Estatal y además su perfil es aceptado por empresarios y otras clases afines, de ésas a las que les da por votar por el PAN, haciéndole difícil la vida a El Peje.
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Nuestros subagentes que vestidos de amarillo andaban de manifestantes en el Zócalo de la Ciudad de México reportaron con extrañeza que no habían visto al ex candidato a senador del PRD, Raúl Sifuentes, en la protesta del Peje, Andrés Manuel López Obrador. Cuando por fin apareció don Raúl, un subagente le preguntó que cómo había dormido en la plancha del Zócalo, a lo que el ex priista sólo atinó a responder con una sonrisa. Explicó que nomás fue a la ?asamblea informativa? e inmediatamente se regresó para estas tierras ?ya informado?. Parece que el único que se quedó a rifársela en los campamentos, fue Abundio Ramírez, acostumbrado a cama dura. Total, que ese asunto de la convicción y el compromiso nomás no se da mucho en los neoperredistas como don Raúl y el candidato ?Hummer?, don Pancho León.
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El que se quedó con las ganas de probar los platillos típicos de la región que degustaron los asistentes a la inauguración de una empresa finlandesa allá por Matamoros fue el alcalde de Francisco I. Madero, Nicolás Muñiz Domínguez, a quien se le impidió el paso. Nuestros subagentes reportan que los guaruras del gober Humberto Moreira, nomás le vieron la facha (botas, sombrero y camisa a cuadros) y lo confundieron con uno de los manifestantes del Ejido El Cambio, que se plantaron en el lugar del evento. Uno de nuestros subagentes que lo vio triste y abatido, le recomendó a don Nicolás que se diera una vuelta por una sastrería o si tenía viajecito a Torreón, por uno de los centros comerciales para que se compre de perdida un traje y no lo anden confundiendo con cualquier clase de vecino.
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