El gober Humberto Moreira Valdés anda expandiendo sus horizontes, cruzando fronteras y esas cosas que uno hace para que le digan que es cosmopolita y darse ?taco?. Ayer firmó un convenio de participación con el organismo internacional Washington Center, que se dedica a dar becas a profesionistas de regiones enclavadas en economías emergentes y que, entre otras cosas, tiene ligas cercanas con la maestra Elba Esther Gordillo; pero eso lo veremos más adelante. El caso es que en breve, un grupo de jóvenes coahuilenses partirá a la capital de Estados Unidos para capacitarse en administración pública. Claro que cuando uno ofrece becas, pues se fija en los consentidos. En este caso, apuntaron al joven Alberto Monroy Robles, quien hasta hace unos días cobraba como secretario particular del secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Fausto Destenave. También se va Princesa Diana Perales García, que formó parte de la comisión del PRI estatal para la elección interna en la que sacó su candidatura el Gober. Esperamos que ya que les tocó ?águila?, aprendan algo allá en las orillas del Potomac. Y sobre doña Elba Esther, el Washington Center (que hace unos años quería instaurar una cátedra en honor de Carlos Salinas de Gortari), tiene un vínculo de larga data con la maestra Gordillo, cuyas ligas con don Humberto también son de larga data. La Maestra se ha encargado de alimentar el centro con jóvenes profesionistas de su entorno, por lo cual ha sido bien correspondida. Uno de nuestros subagentes recuerda que en 2004, en la Convención del Partido Demócrata de EU en Boston, funcionarios de ese centro, incluyendo a la encargada de becas, se encargaron de andar paseando a la Maestra y enseñarle las lindezas de la ciudad.
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Las lenguas de triple filo andan agitadas comentando el aprieto en el que se metió el secretario de Obras Públicas de Coahuila, Eduardo Olmos, con su amigo de la infancia Juan Sarraf Mérida, que se aprovechó del puesto de su cuate para poner una oficina que se ostentaba como delegación de Obras Públicas para timar incautos y hasta se dio el lujo de sacar de una agencia de automóviles una camioneta, ?porque la dependencia pensaba en comprarla?, para luego proceder a chocarla. Pues ahora resulta que de don Juan, ni sus luces; la seudo-oficina está cerrada desde hace meses y a don Eduardo no le quedó más que decir que su amigo era un sinvergüenza. A pesar de que Olmos ya se desmarcó, no faltan los malpensados que se acuerdan que don Eduardo no dijo nada cuando en su campaña para alcalde de Torreón, Sarraf le prestó una camioneta Suburban y una Lincoln. Con amigos así, ¿quién necesita enemigos?
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La nueva adición al equipo de seguridad pública de la ciudad será una flotilla de patrullas, pero sin torreta, que porque no les alcanza el dinero para equiparlas antes del desfile del 16 de septiembre. No sabemos si el presidente del Consejo Regional de Seguridad Pública, Baltasar Villarreal, trató de ser irónico o sólo estaba molesto cuando explicó el asunto, al que añadió el detalle de que los elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal van a tener nuevos uniformes, pero no radios. Don Baltasar culpa de ello a los desajustes derivados de los cambios en las administraciones municipal y estatal, pero la verdad es que eso es irrelevante. Lo importante es que los agentes policiacos no tengan que comunicarse por palomas mensajeras o andar en persecuciones gritando para que los automóviles les abran el paso.
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Ya no causa sorpresa que regidores y funcionarios en Lerdo ya ni se presenten a trabajar. Hay regidores y directores municipales que se presentan a laborar hasta las doce del mediodía y otros que hasta se toman sabáticos, como Jorge Gutiérrez Mares, director de Desarrollo Social, que tiene más de quince días sin aparecer en su oficina y no se le ha localizado por teléfono. Por cierto que los regidores perredistas amenazan con ir a trabajar el jueves, día de la sesión de Cabildo, pero para lanzar consignas a favor de Andrés Manuel López Obrador.
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