Nuestros subagentes que andan metidos en los asuntos de las fiestas del Centenario, nos reportan que el recién creado ?Comité del Centenario de la Gente?, es otro de los planes maquiavélicos del gobernador, Humberto Moreira, para tratar de tener el control político en Torreón. Como es bien sabido, el Gober bailarín se comprometió a regalar cien millones de pesos para estas fiestas; sin embargo, hay ?grillos? que aseguran que con esta maniobra quiere tener la posibilidad de decidir en qué se van a invertir los recursos, porque no estaba muy seguro que los integrantes del Patronato del Centenario, ?que no son sus marionetas? estuvieran dispuestos a seguir todas sus ?sugerencias?. Hay que ver en qué termina todo este asunto, pues recordemos que ya hace varias semanas Moreira promovió la creación del ?Grupo Empresarial Lagunero? (GEL), porque le estaban resultando incómodas las críticas del CLIP (Consejo Lagunero de la Iniciativa Privada). Vamos a ver si el Gober no nos baila con los cien milloncitos que nos prometió...
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Cuentan los enterados que el problema del alcalde José Ángel Pérez con los taxistas en plantón desde hace más de dos semanas, tiene un trasfondo que va mucho más allá de lo que se ve. El coraje de los trabajadores del volante contra don José Ángel, huele a que les incumplió con una promesa de campaña. Y es que, supuestamente, éste les prometió que los ?alivianaría con concesiones una vez que se sentara en la silla grande del Palacio Municipal. Tanto Armando Escobedo como Antonio Rentería, fueron de esos taxistas que rentan placas y que le ayudaron moviendo gente para todos lados y sensibilizaron a compañeros del gremio para que le echaran la mano, votaran por él y llevaran a las urnas a sus familiares. Y ahora dicen que el pago que recibieron es: ?no hay concesiones?. Vaya usted a saber cuál es la verdad, porque ni los políticos ni los taxistas son de mucho fiar.
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En el Congreso del Estado crece cada vez más el rumor de que Horacio del Bosque Dávila, presidente de la Junta de Gobierno, será removido de su puesto, por lo que pasará a sentarse en su curul y ser uno más de la Legislatura. Las diferencias con varios diputados, incluso de su mismo partido, las negociaciones que suele manejar ?en lo oscurito?, pero sobre todo, las broncas con el ?innombrable? hermano del gobernador, Humberto Moreira, (que dicen es el poder tras el trono), lo mantienen a días de ser mandado a la banca, aunque cómoda, porque sería banca con nómina.
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Según nuestros subagentes disfrazados de especialistas en ingeniería, no son 2.l5 metros lo que estaba ?sobrado? el cálculo de la invasión al área de seguridad del aeropuerto que tenía el proyecto técnico del puente elevado ?Nudo Mixteco?. La realidad es que el ?olvido? de la empresa proyectista contratada por Obras Públicas del Estado tenía una elevación de ocho metros a ras del suelo. El ?arreglo? con Aeronáutica Civil es bajarle dos metros y medio de altura al viaducto para salvar el límite de seguridad. Los ciudadanos que le saben a eso de los cálculos matemáticos y normas de aeronáutica, nos comentan que si así están de mal hechos de origen los proyectos técnicos, ¿cómo irán a quedar las obras? A lo mejor se están acordando del D.V.R. que ahí sigue como si nada hubiera pasado.
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Tras perder todo el pasado dos de julio, cuando ganó sólo dos de los siete Distritos electorales en Coahuila, el Partido Revolucionario Institucional y sus huestes parecen no haber asimilado la situación y no se han podido separar del entristecimiento que los embargó al saber los resultados de los comicios y ver alejarse las sagradas nóminas que ahora otros firmarán. Lejos de inyectarle buena ?vibra? y de mostrar una actitud positiva ante la adversidad, los priistas se han echado para abajo y prácticamente han desaparecido del escenario político estatal.? Como prueba de lo anterior están las instalaciones del Comité Directivo Estatal, que lucen abandonadas, deterioradas y desangeladas. A no ser por algunos funcionarios priistas que se resisten a no asistir a sus oficinas al menos para pisar la base, el edificio estaría completamente abandonado. Con decirles que hasta el presidente del Comité Directivo Estatal, Samuel Rodríguez Martínez, decidió mudarse a una oficina alterna para despachar sus asuntos.
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Ayer se confirmó lo que todo mundo esperaba. Los legisladores del Partido de la Revolución Democrática tomaron la tribuna del Congreso de la Unión e impidieron al presidente Vicente Fox el uso de la palabra para enviar un mensaje a la nación en lo que fue su último Informe de Gobierno. Tras el asalto de las huestes de López, el presidente decidió dar media vuelta y cumplir estrictamente con la obligación de rendir cuentas por escrito. El sainente ocurrido es lamentable para nuestro país por el espectáculo que se ha dado al mundo, que ayer mostró la calidad de la clase política mexicana. Un subagente disfrazado de curul, observó la relevancia que tuvieron los legisladores laguneros, Jorge Zermeño, quien fungió como presidente de la Mesa Directiva y el flamante senador Guillermo Anaya, al que se le vio pegadito a Fox en plena custodia. Dicen las malas lenguas que Anaya estaba presto a usar su conocimiento en artes marciales en caso de que un perredista osara acercase de más a don Vicente Fox, ¿será?
