Vaya enredo en el que andan metidos el secretario de Obras Públicas de Coahuila, Eduardo Olmos Castro y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes con el asunto del dinero que falta para completar el plan carretero 2006. Habían jugado muy tranquilos en el arenero con eso de ajustar el ?Nudo Mixteco? a los requisitos de Aeronáutica Civil (recordemos que a los que hicieron el estudio se les olvidó el pequeño detalle de que el aeropuerto está ahí pegado). Pues ahora se empezaron a echar arena en la cara y todo porque el flamante senador panista, Ernesto Saro, empezó a meter su cuchara revelando que la SCT canceló más de trescientos milloncillos de pesos para seis obras, entre ellas la ampliación de la carretera Torreón-Saltillo, que porque el Gobierno del Estado no hizo su chamba en cuestiones como estudios ambientales o liberación de derecho de vía. Don Lalo reviró que la culpa es de la SCT; total, que todos andan en dimes y diretes y las obras del estado, bien gracias. Mientras, la idea de que la Administración del gober Humberto Moreira, nomás no arranca en La Laguna, sigue tomando fuerza con justificadas razones.
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Al parecer el alcalde, José Ángel Pérez, ya se dio cuenta que algo anda mal por estos lares y se aventó diciendo que percibe una parálisis en eso de las obras. ?Algo está pasando?, dijo el alcalde, como si acabara de descubrir el agua tibia. Pero nuestros subagentes que merodean por la Presidencia Municipal, nos informan que dentro del equipo de don José Ángel andan medio desorientados y que el don José se desespera por la lentitud de algunos de sus directores a los cuales les encarga ideas, proyectos, alternativas de solución para diferentes problemas y sencillamente no hacen las cosas. Cuentan que ha comentado en voz baja que sus funcionarios esperan que él los lleve de la mano para hacer las cosas. Total, pobre Torreón.
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No cabe duda que es imposible escuchar misa y andar en la procesión y eso precisamente es lo que anda haciendo el dirigente del Partido de la Revolución Democrática en Coahuila, Abundio Ramírez, quien por andar metido en la grilla de la resistencia civil a favor de ?El Peje? Andrés Manuel López Obrador, mantiene prácticamente abandonada la estrategia política del estado, en donde el PRD cuadruplicó su votación en las pasadas elecciones del dos de julio. Es posible que don Abundio ande despistado o de plano le valga sombrilla lo que acontece en su partido, pero el hecho es que si no se pone las pilas, el PRD va a regresar a sus niveles históricos de treinta mil votos en las próximas elecciones estatales que están a dos años de distancia. Y es que la tarea titánica que tiene enfrente don Abundio es no perder a las casi doscientas mil personas que nunca habían votado por el PRD y lo hicieron este año y convencerlos de que sus huestes no se han deschavetado completamente con eso de querer instalar a AMLO como presidente alterno.
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Apunte usted una serie de cambios que se presentarán en breve dentro del Congreso Estatal, donde por estos días valen más las relaciones y las complicidades que la eficiencia. El que ya se fue es el oficial mayor Alfonso Martínez Pimentel, quien no por nada se había desempeñado en el cargo durante dos Legislaturas. Pero cuentan que a Martínez Pimentel se le hizo imposible lidiar todos los días con el líder de la mayoría del PRI, Horacio del Bosque Dávila. También parece inminente la salida de Ricardo Álvarez García, mandamás en la Contaduría Mayor de Hacienda y otro de los funcionarios del Poder Legislativo que ha demostrado resultados favorables, porque don Horacio anda viendo si lo reemplaza con uno de sus incondicionales. Así andan las cosas de la grilla en Saltillo.
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