La salida de María de los Ángeles Errisúriz de Cecytec, es el primer reacomodo de los que se prevén para el cierre de año en la Administración de Humberto Moreira. El cambio fue motivado por el registro de diferentes irregularidades en la dependencia, que es operada por el Gobierno Estatal, pero tiene presupuesto federal. La ex secretaria de Educación, tenía a su hermana, su cuñada y hasta la sirvienta de su casa en la nómina ¡desde la SEPEC!, razón por la que podría increparse hoy, durante su comparecencia a Ismael Ramos, de la Secretaría de la Función Pública, pues existen muchos asuntos pendientes de investigación. Inclusive, cuando Jaime Castillo arribó a la Secretaría de Educación Pública y Cultura (SEPEC), tuvo que exigirle a ?La Maestra?, que regresara un vehículo oficial que mantenía en la cochera de su casa. Entre otras cosas, Errisúriz Alarcón, se encuentra bajo la lupa por la adquisición de una costosa residencia en exclusivo fraccionamiento de Saltillo, una cabaña campestre de lujo y el financiamiento de una revista cultural que edita su esposo, Javier de la Mora, que mantenía rentadas oficinas en Polanco en el DF, y todo un piso del edificio de oficinas más costoso de Saltillo, presuntamente a cargo de la educación coahuilense. Las anomalías de María de los Ángeles Errisúriz empiezan a trascender, pues ya en Cecytec, desapareció el aguinaldo de varios funcionarios, apenas estrenándose como directora del organismo. Las sospechas no son nuevas, pues hace tres meses fue despedido Rubén Olvera, el director administrativo, que se desempeñara como secretario particular de Errisúriz, el sexenio pasado, sin explicación alguna. ¿Qué cosas, no?
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Hay molestia entre el personal del PRI estatal, luego de que su dirigente Samuel Rodríguez, en el afán de llamar la atención del gobernador que lo mantiene en la congeladora, ordenó que se sumaran al fondo de marginación que tanto pregona el mandatario. El problema es que los sueldos del personal en ese partido, fluctúan entre los cuatro mil y los ocho mil pesos, por lo que el diez por ciento, les dolerá en el sustento familiar. Pero ni hablar? con Samuel ?dicen- no se puede chistar y no por nada, sus allegados, lo apodan ?El General?.
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Por ahí algunos agentes de Tránsito y Vialidad del Municipio de Torreón comentaron que el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública pone tal gorro a las autoridades, que ya se busca brindar al presidente del organismo, Baltasar Villarreal Montemayor, uno que otro beneficio de las corporaciones policiacas, como el que su empresa atienda los desperfectos y mantenimiento de las patrullas de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), para que se le nuble la mirada y ya no vea tantas broncas, lo que provoque que le baje de tono a las declaraciones. ¿Será?
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A un cuarto para las doce, el cabildo de Gómez Palacio aprobó su Ley de Ingresos para el próximo año, donde llama la atención el incremento de cuarenta millones de pesos, pues la suma total del citado documento supera los setecientos diecinueve millones de pesos. Considerando que 2007 es un año electoral, la cifra se presta a suspicacias, pues en el Presupuesto de Egresos se contempla la transferencia de recursos por más de treinta y dos millones de pesos al Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia, de los cuales trece millones de pesos se destinarán a subsidios y que pudieran utilizarse como botín político para el próximo proceso local. Son unos magos.
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En la Jurisdicción Sanitaria número seis se confirmó ya un caso de dengue clásico y hay cuatro más sospechosos en la Zona Centro y las colonias Eugenio Benavides y Nueva California. Con este precedente, se debe tomar mayor atención a este problema en Torreón, por lo que surge la necesidad de limpiar los canales cercanos a la colonia San Luciano, donde abundan los mosquitos, por lo que esto representa un foco de infección para los habitantes de este sector, además de que las aguas estancadas en estos canales generan mal olor.
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Urge que el Departamento de Ingeniería de Tránsito del Municipio de Torreón, se ponga a trabajar en la sincronización de los semáforos, un mal que se ha presentado en diversos puntos de la ciudad. Un ejemplo es el caso del bulevar Independencia y calle Montevideo, donde el aparato nunca coincide con lo que marcan las luces de los demás. La misma situación se presenta en el centro de la ciudad.