Muy contentos andaban esta semana el alcalde José Ángel Pérez y el director de Fomento Económico de Torreón, Julián Jaime Gómez, con la presentación del estudio ?Haciendo Negocios en México? del Banco Mundial. Los funcionarios se pusieron a anunciar a los cuatro vientos que Torreón ocupa el sexto lugar en facilidad para abrir un negocio en todo el país, lo cual técnicamente es cierto, aunque omitieron algunos detallitos que bajan a la ciudad hasta el lugar 13 en facilidad para hacer negocio, detallitos que, por cierto, son responsabilidad del Gobierno Estatal. Y es que de los cuatro indicadores, Torreón está en sexto lugar en agilidad de trámites para abrir una empresa y para obtener un crédito. Pero este ?ranking? es arrastrado a la baja por el rezago en la facilidad para hacer cumplir un contrato, en donde estamos en el lugar 19 y en la rapidez para registrar una propiedad, en donde estamos casi en el fondo, en el lugar 29. El problema es que los indicadores donde andamos mal tienen que ver con el Gobierno del Estado, lo que indica que no hay una política bien integrada. O sea que vamos bien, pero todavía hay que trabajar algo más para poner a Torreón en una mejor ubicación. Ahí están los casos de Aguascalientes o Celaya, que están arriba en las cuatro tablas o sea que hay una política más uniforme entre Estado y Municipio para hacer más ágiles los trámites para hacer negocio. Pero ahí la llevamos y es cosa de que don Humberto y don Ángel se pongan a platicar sin colores partidistas.
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Estamos muy cerca de emitir las calificaciones del primer año de gestión del gobernador de Coahuila, así como del alcalde, José Ángel Pérez y sus sacrificados colaboradores. Por lo que se ve hasta el momento, tanto en cuestión municipal como estatal las calificaciones no pintan nada bien, particularmente por los errores en la planeación de obras; ya ven ustedes que el ?Nudo Mixteco? ya parece ?nudo ciego? y qué decir del ?Puente de la Alianza?. Tal vez hace falta que los encargados de la planeación de obras se den una vuelta para verificar los trabajos y no planeen todo desde el escritorio, también hay que mancharse los zapatos de lodo. Vaya, ha sido tal la deficiencia, que hasta las líneas para separar los carriles en la Saltillo 400 ya se despintaron. Por cierto cuentan nuestros subagentes que el jefazo de Urbanismo, Alberto Hermosillo, no permite ser asesorado por gente conocedora, de tal forma que cuando al alcalde le ofrezcan proyectos, cuando menos los considere y piense en grande y no en Torreón como un pueblo.
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Nuestros subagentes no comprenden a qué se dedica Francisco Torres, titular de Ingeniería Vial en Torreón, y es que tiene los semáforos en condiciones tan deplorables que la sincronía simplemente no existe y generan severos problemas de embotellamientos, haciendo perder tiempo a los automovilistas al hacer lenta la circulación, aún en vialidades anchas y espaciosas como el bulevar Diagonal Reforma, en varios sectores del Independencia y en el Constitución donde incluso hay semáforos que no tienen razón de ser, un ejemplo de lo anterior es el que planean colocar sobre la carretera a San Pedro a la altura del entronque a La Unión. Si ponen estos semáforos únicamente harán más lenta la vialidad y el proyecto del ?Nudo Mixteco?, si algún día lo construyen, muy poco contribuirá para hacer el tráfico más fluido. Otras rúas con severos problemas en los tiempos de los semáforos, son los llamados pares viales de la Comonfort-Madero y Acuña-Rodríguez. Ingeniería de Tránsito sigue siendo una de las dependencias más cuestionadas en cuanto a su trabajo y don José Ángel debería poner oídos atentos a los reclamos de los ciudadanos antes de que empiecen las ?mentadas?.
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Hablando de funcionarios municipales quisiéramos no pensar mal en cuanto a cambios que ha habido en relación a las licitaciones y/o convenios donde se favorece a empresas relacionadas con funcionarios de la Administración, léase: Obras Públicas, Comunicación, Desarrollo Social, etc. Caso concreto el del superasesor, Jorge Hernández, que no sabemos hasta dónde tiene influencia, pues nuestros subagentes informan que echó abajo un proyecto del DIF con una reconocida empresa de comunicación y se lo otorgó a otra sólo por estar relacionada o pertenecer a otra ?colaboradora? del municipio con la que don Jorge quiso quedar bien. La pregunta es si el alcalde estará enterado de todas las triquiñuelas que se desarrollan dentro de su grupo de colaboradores o anda en los cerros de Úbeda. Lo malo de esto es que, a la hora de la hora, al que van a culpar es a él como cabeza del Municipio.
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El presidente del Congreso Estatal, Horacio del Bosque Dávila, mejor conocido como Lacho el Feroz, no puede presumir de capacidad política y mucho menos de facultades conciliadoras, pero sí de contar con lenguaje florido y de molestarse hasta la hilaridad cuando alguien, quien sea, osa de agredir a los homosexuales. Y si no, está como prueba el empujón y las amenazas que Lacho el Feroz propinó al diputado panista Jesús Manuel Pérez Valenzuela, quien en tribuna cuestionó la iniciativa que pretende regularizar las relaciones entre homosexuales. Del Bosque Dávila le dijo al legislador panista que mejor le parara a su asunto o si no se lo iba a llevar quién sabe quién. Lo peor del caso es que el altercado no se dio en una cantina, donde se suele hablar con tal desfachatez, sino ¡en el propio salón de sesiones del Congreso Estatal!, lo paradójico del asunto es que en su mismo grupo parlamentario hay quienes se oponen al planteamiento y si no, basta preguntarle a dos legisladores priistas que también cobran como profesores: Sergio Reséndiz Bone y José Luis Alcalá de la Peña, este último nada más y nada menos que el actual presidente de la Mesa Directiva del Congreso.
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Algo que no ha comentado Valentín Pérez, también presidente de la Cámara Nacional de Comercio de Gómez Palacio, es el destino que tuvo el préstamo por más de medio millón de pesos que obtuvo durante el año pasado a través del Fondo a la Promoción de la Actividad Empresarial del Municipio, con el cual se organizó un sorteo de un automóvil y diversos electrodomésticos. La situación es que al parecer la mentada rifa con fines de estimular las ventas en el sector comercial, hasta el momento no se ha efectuado, pese a que durante el año anterior la persona que realizara compras de cien pesos, se le otorgaba un boleto para el sorteo.
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