Al pie del cañón estuvieron los legisladores panistas laguneros defendiendo la tribuna de la Cámara de Diputados para que pudiera tomar posesión Felipe Calderón. Carlos Bracho, de guardia para que ningún perredista se trepara. Jesús Flores Morfín tomando la tribuna baja que hasta la mañana de ayer estuvo en manos del PRD. Pero el mejor lugar se lo llevó Jesús de León, que se paró atrasito de don Felipe y se aventó la toma de posesión con su cara en cadena nacional y una foto en el New York Times, bueno, hasta le ayudó al jefe del Estado Mayor a quitarle el podium al nuevo presidente. Pero apenas acabó la toma de protesta, los diputados corrieron a sus casas a darse un baño y echarse una siestecita después de tres días en la Cámara. Mención aparte merecen los senadores Guillermo Anaya y Ernesto Saro, que le andaba entrando a los trancazos cuando el PRD quiso cerrar un acceso y les llovieron los empujones. Todavía no sabemos en qué lides nuestros representantes aprendieron sus dotes pugilísticas. Por su parte, el alcalde José Ángel Pérez se aventó el espectáculo desde el corral de la prensa y de vez en cuando meneaba la cabeza como diciendo que esto no puede estar pasando.
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El que debe estar durmiendo a pierna suelta es el diputado Jorge Zermeño después de tres días en que los diputados, hasta los de su partido, se pasaron sus llamados al orden por el arco del triunfo. Don Jorge cumplió el cometido de ponerle la banda presidencial a Calderón, aunque fuera en el montonero que armaron sus correligionarios y la rechifla que traía el PRD. Qué lejos están los días en que nada más tenía que lidiar con manifestantes en la Presidencia Municipal. Ésos eran juegos de niños.
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El gober Humberto Moreira andaba que no cabía de contento allá por la capirucha del esmog, a donde fue a la toma de posesión y a reunirse con el Gabinete de Felipe Calderón para ver cuánta lana les puede bajar, sobre todo ahora que andan con que le van a dar una apretada al presupuesto. Parece que el gober acaba de empezar una luna de miel con el nuevo jefazo de Hacienda Agustín Carstens y con el secretario del Trabajo, Javier Lozano, que lo dejó apantallado con su análisis de la situación en Pasta de Conchos. El gober dice que la tónica con el Gobierno Federal va a cambiar luego de un año de confrontación con el foxismo. A ver cuánto nos dura el gusto.
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La que también lució en cadena nacional fue la hoy diputada, Leticia Herrera, quien llegó a la toma de protesta del brazo de Emilio Gamboa Patrón, líder de la bancada priista en la Cámara de Diputados. La ex alcaldesa de Gómez Palacio vestía elegantemente y portaba en su mano al igual que sus compañeros de partido una banderita de México. Doña Leticia lucía muy tranquilita, parece que las aguas turbulentas de la grilla política de Ricardo Rebollo y Augusto Ávalos que sueñan con ser alcaldes de Gómez Palacio todavía no le preocupan mucho.
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En lo que respecta a malentendidos, la presidencia municipal sin duda tiene la delantera. El pasado jueves, el alcalde de Torreón, José Ángel Pérez Hernández, declaró a los medios de comunicación que los empleados del Ayuntamiento sí iban a trabajar ayer viernes primero de diciembre, pese a que se consideró el día inhábil por la toma de protesta del presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa. El alcalde dijo que los trabajadores de la presidencia sí acudirían a sus labores en forma normal, pero se les permitiría ver la ceremonia en televisores ubicados por todo el edificio. Sin embargo, cuestionado en torno al mismo asunto, el secretario del Ayuntamiento, Rodolfo Walss Aurioles, desmintió lo anterior y aclaró que el día primero fue considerado inhábil y que los empleados no tendrían por qué acudir a trabajar. Así las cosas, cómo andaría de despistado el alcalde.
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Por cierto que algo está sucediendo en Torreón, que la ciudad se está llenando de semáforos. Basta con que alguien se queje porque no puede dar vuelta a su casa o bien se alegue imprudencia de los conductores para que el Municipio instale un semáforo sin previo estudio, afectando la circulación en vías rápidas. El colmo es que los semáforos que ya están instalados no están sincronizados o simplemente no funcionan. Ayer viernes los semáforos del primer cuadro de la ciudad estaban apagados, tal vez por ser día inhábil olvidaron prenderlos.
