La virgen ecuatoriana del Cisne permanece en un bar, ya que de momento no puede regresar a la capilla a la que pertenece tras una polémica desatada por la urna donde está depositada.
EFE
Madrid.- La virgen ecuatoriana del Cisne, que el pasado domingo salió para una misa en su homenaje en la madrileña plaza Mayor, permanece desde entonces en un bar a la espera de poder regresar a la capilla que tiene dedicada desde hace un año en la céntrica Iglesia de San Lorenzo.
Según denunció la presidenta de la Asociación Virgen del Cisne, Carmen Ballagán, la razón del "desplante" del párroco de este templo, Emilio Regúlez, es que la urna de cristal, que la imagen estrenó hace cinco días y que le sirve de protección, incluye una alcancía para que los feligreses depositen en ella sus limosnas.
Hasta ahora, todas las limosnas a "La Churona", como es conocida popularmente la Virgen ecuatoriana por su cabello rizado, eran recibidas directamente por el párroco de la iglesia madrileña, pero la Asociación quiere que los donativos se dediquen al homenaje del próximo año.
"Nosotros no hemos recibido ni un céntimo de las limosnas que por la presencia de la Virgen se han recaudado", aseguró Ballagán, que agregó que son los fieles de esta imagen ecuatoriana los que han vuelto a llenar el templo a la hora de la misa.
Por su parte, el párroco de San Lorenzo señaló que efectivamente "el problema" radica en la urna, por su tamaño, y la alcancía, porque ésta implicaría la aceptación de que la talla pasa a ser administrada por una organización "civil y privada" y "eso en una situación religiosa no encaja".
"Eso es convertir la adoración a una virgen en un asunto mercantil", recalcó Regúlez.
El párroco, con 17 años de servicio en la Iglesia de San Lorenzo, aseguró que cuenta con el respaldo de las autoridades eclesiásticas, por lo que reiteró que la Virgen sólo podrá volver a su lugar "sin la urna".
Mientras se resuelve la discrepancia entre la Asociación y el párroco, la imagen, de un metro de altura pero que alcanza dos con la urna, aguarda su destino en el Bar San Valentín, situado a pocos metros del templo y propiedad de Ballagán.
"Nos han cerrado las puertas, el párroco se ha puesto en una actitud déspota y grosera", aseguró Ballagán, quien ha buscado sin éxito que la Virgen sea recibida en otras iglesias, porque le han solicitado como requisito un permiso del Obispado.
"Hasta la Virgen necesita papeles", destacó la presidenta de la Asociación, sin ocultar que se siente "dolida" y "defraudada".
Por sugerencia de sus fieles, dijo Ballagán, empezó a recoger firmas de apoyo para presionar al párroco y lograr que permita el regreso de la Virgen del Cisne, patrona de los ecuatorianos, la comunidad de inmigrantes más numerosa en Madrid, a la Iglesia de San Lorenzo.
Si la situación no se resuelve y para atender a los devotos de "La Churona", el sacerdote mencionó como "alternativa" conseguir otra imagen a través del obispo de Loja, la provincia de Ecuador de donde procede la actual.
Regúlez ha pensado incluso en colocar un cuadro o grabar una oración en el lugar que ocupaba la Virgen, aunque "lo correcto es que la imagen que ha estado aquí volviera".
"La Churona" es la Virgen más venerada en Ecuador y cada 11 de septiembre se celebran sus fiestas, que empiezan en Loja, situada al sur, y de ahí avanza en procesión hacia todas las ciudades del país andino.