Confieso que como Mexicano radicado en el extranjero por casi ya cinco años, he experimentado un cambio considerable en la forma en que percibo los acontecimientos en México. A pesar de que continuamente viajo a diferentes ciudades y trato de mantenerme al tanto de las noticias Mexicanas a través de algunos periódicos de cobertura nacional, no dejo de reflexionar como es que algunos de mis puntos de vista han cambiado y difieren en ocasiones de algunos colegas del medio financiero en México.
Leo con cierta regularidad algunos comentaristas Mexicanos, por cierto ya muy pocos, pues además que varios editorialistas extranjeros se especializan en el tema de los mercados emergentes como es el caso de México, veo como se ha incrementado la parcialidad y el sesgo partidista en algunos columnistas Mexicanos (azules, verdes, rojos y amarillos..)
Sin embargo debo reconocer que es la prensa escrita la que en general ?cojea menos de esa pierna?.
Es la televisión la que tiene una mayor influencia en la opinión de los locales, y curiosamente es en donde los acontecimientos son presentados con un lente que fácilmente puede manipular los hechos y las noticias. Las imágenes son contundentes y definitivas para los mexicanos, se presenten en la forma que sea; el Mexicano es visual, considerablemente más visual que los anglosajones.
Y que decir de los comentaristas de televisión, cuyo poder e influencia en la opinión publica es incuestionable. No hay casi ya mexicano que no tenga una televisión en casa, y que no vea por largas horas los programas y noticieros que presentan los dos monopolios televisivos.
Lo que se presenta y se dice en la televisión tiene un peso especifico muy importante en la formación de la opinión de los mexicanos.
Es así que los eventos recientes como las bombas en un par de sucursales bancarias de un banco extranjero en el Distrito Federal, la violencia en Oaxaca, y las pugnas violentas entre los diferentes carteles de la droga, tienen diferente óptica en México que en el extranjero.
Visto fríamente, la presentación del nuevo gabinete de Calderón ha despertado comentarios muy positivos en los medios Mexicanos, y a pesar que debo admitir que hay algunos elementos con reconocimiento y una buena reputación internacional en carteras importantes como es el caso de Carstens en Hacienda, no veo mucho mas de lo mismo, y al escuchar y leer las primeras declaraciones del gabinete ampliado, no percibo mas que la misma demagogia de antaño y la misma politiquería de siempre.
El pago de lealtades políticas, los viejos usos y costumbres de la clase que se privilegia en el poder en realidad no han cambiado mucho en México, y ni siquiera hay mucha diferencia en lo que pasa al interior de los partidos, se trate del Distrito Federal, del Gobierno Federal o de los Estados o Municipios.
Lo triste del caso es no ver una nueva generación de políticos jóvenes y en formación, futuros estadistas que pudieran empezar a tomar ?cancha? o preparación, para que en los próximos diez o 20 años pudiéramos empezar a ver un cambio de sustancia en la clase política y por ende en el rumbo que lleva el país.
luis.flores@rbc.com
