Los principales diarios canadienses, así como la televisión en horario ?prime? le dan amplia cobertura al misterioso y grave asesinato de una pareja de canadienses, ocurrido hace unos días en las inmediaciones de la riviera maya, al sur de Cancún, en un hotel de lujo.
Doce columnistas del principal periódico de Canadá, han tocado diferentes tópicos sobre este asesinato y páginas completas abordan la noticia. La peculiaridad de este comentadísimo suceso en Canadá, que ocurre en una boda en donde la familia entera había viajado a Cancún a tal evento, estriba en el profesionalismo con el que aparentemente fueron asesinados Domenico y Annunziata Ianiero, padres de la novia, y en la aparente ausencia total de alguna causal por la cual esta pareja de canadienses fue asesinada brutalmente.
Según las noticias, Domenico y Annunziata fueron degollados salvajemente con una precisión increíble, una sola incisión profunda, de oreja a oreja, digna de un asesino profesionalmente entrenado. Extrañamente no les robaron absolutamente nada y no había ningún mensaje visible en los cuerpos o en el lugar del asesinato.
La policía mexicana, casi en forma inmediata ha establecido contacto con la policía de Canadá para que se logre la detención de dos mujeres canadienses, invitadas a la boda y amigas cercanas de la familia Ianiero, quienes se hospedaron en la habitación conjunta, y al día siguiente del asesinato viajaron de vuelta a su país.
Entre varios de los errores cometidos en la investigación, según los periódicos canadienses, esta el haber limpiado el lugar de los hechos completamente al día siguiente, borrando así mucha de la evidencia que podría haber sido analizada por un buen forense para determinar las causas y posibles asesinos. Las dos sospechosas son dos mujeres rubias de alrededor treinta años, de complexión delgada; una es enfermera y voluntaria en un hospicio y la otra es una madre de familia que no tienen en absoluto apariencia de asesinas, ni pasado extraño que las llegara a relacionar con un acto de tal magnitud, simplemente eran vecinas de cuarto.
La rapidez con que la policía mexicana ha señalado a estas dos mujeres como sospechosas, ha sido duramente criticada por los editorialistas canadienses, como un esfuerzo desesperado de las autoridades de México para mantener la reputación de Cancún como un destino seguro, pues sólo en el año de 2005 casi dos millones de canadienses viajaron al área de Cancún y las autoridades saben que este turismo representa cientos de millones de dólares cada año para México.
Los columnistas y caricaturistas canadienses han tomado este evento para ?hacer leña? y recordar la corrupción y falta de preparación de la policía y autoridades mexicanas.
La prensa de México sin embargo no le ha dado tanta relevancia al asunto, pues si tomamos en cuenta, por ejemplo, que sólo en el área de Culiacán se cuentan mas de ochenta asesinatos profesionales en lo que va del año, uno mas en Cancún no es para espantar a nadie.
Hoy en día se compite por el turismo en todo el mundo y sucesos como estos en verdad no ayudan a nuestro país. Pero visto fríamente: ningún lugar del mundo está exento de casos de violencia inusual como este, casos de venganza, crímenes pasionales, deudas contraídas, y otras causales mas. Si Domenico y Annunziata hubieran viajado a Miami, Cuba, Puerto Rico, o algún otro lugar en el caribe en vez de a Cancún, es posible que el grave desenlace fatal hubiera sido el mismo.
Nunca lo sabremos.
Lo que realmente ha levantado el malestar de los columnistas y de la opinión publica canadienses, no es precisamente el asesinato per se, que ya de entrada es grave, sino la falta de profesionalismo y recursos de la policía mexicana, para iniciar una investigación profesional y dar con los culpables y por otro lado la actitud tan deplorable de las autoridades locales, que están mas preocupados por conservar la reputación de Cancún como lugar seguro para los turistas, que por tener procedimientos y recursos suficientes para tener una policía profesional a la altura de los visitantes de la Riviera Maya, sitio tan buscado por el turismo canadiense.
luis.flores@ rbc.com
