En todos lados el sentimiento es el mismo, a nadie le gusta pagar impuestos. A nadie nos gusta que buena parte del dinero que ganamos con esfuerzo y dificultad, se lo lleve el Gobierno.
Las tasas impositivas varían de un país a otro y los esquemas tributarios también, pero para darnos una idea y formar un criterio aquí mencionare algunos ejemplos de tasas de impuesto corporativas, que de alguna manera es un indicativo de lo que sucede también en el caso de impuestos a personas físicas.
En México la tasa es del 29 por ciento, en Estados Unidos del 35 por ciento, en Canadá del 36 por ciento, en China del 33 por ciento, Inglaterra del 30 por ciento, Brasil 34 por ciento, Austria 25 por ciento pero el de personas físicas puede llegar hasta 50 por ciento, en Bélgica es 34 por ciento pero el de personas físicas puede llegar al 50 por ciento, España el 35 por ciento pero el individual puede llegar hasta el 45 por ciento son algunos ejemplos.
Mayor información y detalle lo podrá encontrar en http://www.worldwide-tax.com/ En Canadá es especialmente alto el impuesto a individuos que cotizan en el rango alto de ingresos, que llega hasta el 46 por ciento.
Lo que no se menciona en esta información es que muchos Mexicanos pagan una tasa de ?impuestos ocultos? que es significativamente mas alta que la que se paga en otros Países. Me explico.
Buena parte de la población utiliza la educación privada para sus hijos, que ciertamente no es barata, pues las escuelas publicas en la gran mayoría de los casos no tienen los estándares de calidad ni el nivel de educación que ellos buscan para sus hijos, esas colegiaturas son en realidad un impuesto, que no pagamos los que vivimos en otros países.
Muchos Mexicanos utilizan la medicina privada por cuenta propia, aunque también pagan sus cuotas obligatorias al seguro social, pues dada la saturación que tienen los médicos en el seguro social, éste no constituye una opción real ni de fácil acceso para ellos, y este costo constituye otro impuesto.
Muchos Mexicanos tienen a sus hijos en clases particulares, ya sea de algún deporte o bien de pintura, piano, baile etc., pues el gobierno no ofrece alternativas ni programas de calidad, y estas cuotas significan en realidad otro impuesto.
El hecho de que en muchas familias se necesite tener dos vehículos de transporte, y con esto los gastos relacionados que esto significa, como gasolina, tenencia, mantenimiento, depreciación etc. debido a que el transporte publico no es seguro ni de calidad, indudablemente constituye un impuesto adicional.
Las cuotas de clubes deportivos, que en realidad y en la época moderna son una necesidad para las familias, constituyen también otro impuesto, pues en otros países existen clubes deportivos de excelente calidad en cualquier zona urbana, con instalaciones de primera y son gratuitos o casi gratuitos, y es una obligación del Gobierno mantenerlos y otorgar programas y facilidades deportivas. Visto fríamente, como mexicano inmigrado en el extranjero no me duele pagar impuestos que son significativamente mas altos que los que ?oficialmente? pagaba en México.
Pues los impuestos que se pagan los ?podemos ver?, invertidos en educación, en seguridad, en infraestructura, en instituciones sólidas, y en servicios de alta calidad.
Lo que duele en México no es tanto pagar impuestos, como no verlos invertidos correctamente. Lo que duele es pagar impuestos ?ocultos?, que son en realidad servicios que las familias cubren por cuenta propia, debido a que la demanda y el crecimiento de las ciudades ha rebasado la capacidad de los gobiernos.
Lo que duele es ver los impuestos que se van a apoyar campañas políticas, y no a combatir tanta pobreza. En Europa y Norteamérica existen muchos ejemplos en donde los impuestos son verdaderamente altos, pero en esa medida también son los beneficios. La calidad de vida pues, no es gratis, y nunca lo será.
luis.flores@rbc.com