Wal-Mart recién acaba de solicitar una licencia para poder ofrecer servicios bancarios, y de ser aprobado por las autoridades Mexicanas, podría convertirse en un serio competidor dado su tamaño y poder económico.
Wal-Mart se sumaria a la competencia de otras empresas que como Grupo Electra (Banco Azteca) ya operan en el mercado Mexicano.,y quienes calladitos calladitos ya tienen colocados 17.3 billones de pesos en créditos.
El mismo día que Wal-Mart hiciera su solicitud, Grupo Famsa anunciaba que recibía la autorización de las autoridades Mexicanas para iniciar operaciones de Banco Ahorro Famsa.
De la misma forma que Comercial Mexicana anuncio en Julio de este año una asociación con BNP Paribas para ofrecer créditos al consumo y tarjetas de crédito.
Con 825 tiendas distribuidas en las principales ciudades de México, todo apunta a pensar que Wal-Mart será un serio competidor en ese sector de la Banca.
Y el negocio de los créditos al consumo, que es uno de los de mejor margen de utilidad para los Bancos Mexicanos, pudiera empezar a disminuir sus tasas de interés y mejorar sus condiciones, para beneplácito de todos los clientes.
Para darse una idea de la competencia, un banco del tamaño de ScotiaBank apenas llega a 400 sucursales, y uno de los lideres indiscutibles en este sector, el BBV Bancomer tiene 1700, por lo que la llegada de Wal-Mart con 800 sucursales de un solo golpe al sector bancario no debe tenerlos tan tranquilos.
Y si nos asomamos a otros casos fuera de México, la historia no es menos preocupante para los bancos comerciales tradicionales, pues por ejemplo en Chile, la cartera de crédito comercial más grande de todo ese país le pertenece a Ripley, una cadena comercial.
Visto Fríamente, nuevos vientos soplan en el sector financiero Mexicano, una industria que ha estado llena de transformaciones en los años recientes.
Solo hay que darse una leve asomada a los balances al cierre del año de los bancos extranjeros que operan en México, para darse cuenta que en la mayoría de los casos, la operación más rentable de sus balances globales proviene de sus operaciones en México, lo que ya de entrada habla de los jugosos márgenes de utilidad. La gran mayoría de ellos compraron los bancos Mexicanos prácticamente quebrados, salvando de alguna manera al gobierno Mexicano de un mayúsculo colapso bancario de pronostico reservado... por lo que pagaron pesos a centavos muy baratos, y al recuperarse la economía han visto multiplicar geométricamente sus inversiones.
Sin embargo la historia no es la misma en el renglón del crédito a las empresas, el crédito productivo, el de apoyo a la pequeña y mediana empresa, y en este asunto también hay mucha tela de donde cortar.
La colocación de ese tipo de créditos no ha sido tan exitosa como lo han sido los créditos al consumo y los créditos hipotecarios. Y esto habla todavía, entre otras cosas, de la imperiosa necesidad de una modificación al marco legal, a la regulación y a las reformas de fondo que por desgracia todavía no se ven claras en el futuro cercano de México.
luis.flores@rbc.com