No son pocos ni aislados los brotes de violencia extrema juvenil que se dan en Torreón, desde hace algunos años. No se trata de esos pleitos callejeros de antaño, de adolescentes vagos ?riquillos?,por cierto ya relativamente poco comunes en otras ciudades de México.
Los pleitos de adolescentes en La Laguna son algo serio. Aquí se sacan pistolas de verdad a relucir. Adolescentes con fracturas de huesos expuestas, golpeados con bat de béisbol en la cabeza, y con heridas graves que han requerido intervenciones quirúrgicas severas, ya no son noticias raras en la Laguna.
Violencia extrema, que cada vez se hace más común. No es raro ya ver que en los bailes de 15 años, de adolescentes de una posición económica holgada, ocurran verdaderas batallas campales, en donde además se ven involucrados inclusive adultos, padres de los muchachos.
Y que decir de las batallas campales en los bailes de graduación de escuelas preparatorias privadas, de las supuestamente más prestigiadas y exclusivas de la región, en donde se supone no deberían ocurrir este tipo de incidentes violentos.
Vemos pues que la falta de educación, la falta de cordura, de tolerancia, y de una civilidad mínima, no ocurre precisamente en los más pobres, los menos afortunados, ni en escuelas publicas.
En la Laguna ocurren estas barbaridades entre la clase pudiente, en familias de una clase económica alta, y en fiestas de colegios privados.
La falta de civilidad y educación en este estrato social ya es muy grave.
Y que podemos esperar de estos pobres muchachos, cuando ven a sus padres robarse las toallas del Club de Golf, y a sus madres robarse todos los sobres de azúcar de dieta del restaurante a donde van a tomarse el café con las amigas a las 10:30 de la mañana todos los días.
Conozco algunos padres de familia que reaccionarían en una forma muy violenta y de consecuencias muy lamentables y posiblemente irreparables, si a uno de sus hijos le llegaran a hacer lo que les hicieron a esos pobres muchachos en el antro de moda ?Deep?, en donde enviaron a tres al hospital.
¿A donde vamos llegar así? ¿A que se maten unos a otros?
¿Y donde quedan las autoridades municipales en todo esto?
Visto fríamente, creo que la gente decente de la Laguna, y ya no digo la ?sociedad lagunera?, debe ir cerrando filas, debe ir señalar y establecer limites, además de cerrar el circulo en donde se desenvuelvan sus hijos.
Yo me pregunto que esta pasando en Torreón, pues es sin duda un fenómeno muy interesante socialmente hablando.
¿Será acaso que han vuelto a resurgir algunos ?ricos nuevos? venidos a mas? Que llegan a una sociedad nueva a la que llegan con muchos complejos, o ¿será también que hay algunas familias de ?ricos viejos? venidos a menos, y que ahora sienten la rabia y desesperación de ver su posición económica disminuida ,que ya nos les permite darse la vida de lujos que se daban antes?
¿Será esta violencia extrema producto de tanta droga que se meten los muchachos hoy en día, y que se vende abiertamente en los antros de mayor moda de región Lagunera?
Como en muchas ocasiones, la gente no actúa decisivamente hasta que el problema les llega a su propia familia, a sus propios hijos.
Desgraciadamente las personas con verdadera influencia en Torreón no actúan hasta que no sienten el problema en carne propia.
Hasta que hubo varios secuestros sonados en la Laguna, la gente se decidió a promover y crear el famoso grupo antisecuestros.
¿Será que deben esperar a que alguno de sus hijos muera de una gran paliza para tomar cartas en este serio problema?
Sea como fuere son especulaciones, pero el problema es grave y mucha gente en la Laguna esta preocupada por el fenómeno social por el que están pasando.
Son muchos ya los antros de moda en la región lagunera donde abiertamente se vende droga; los muchachos lo saben y las autoridades los toleran.
Un problema lleva otro, y en la Laguna la violencia ya ha llegado a niveles serios, en donde se requiere una actuación decisiva por parte de la sociedad y de las propias autoridades.
luis.flores@rbc.com
