Berlín, (EFE).- Un joven de 20 años mató en una pelea a su novia de 28 años y al hijo de ésta y escondió durante once días sus cadáveres en la casa que compartían, según confesó a la policía de Ellrich en el estado federado de Turingia (centro de Alemania).
La fiscalía de Mühlhausen confirmó que el joven, que estaba borracho en el momento en el que ocurrieron los hechos, ha sido detenido acusado de asesinato y homicidio.
El ahora detenido, que llevaba diez meses saliendo con la joven, confesó que la había matado el pasado día 17 en su domicilio de Ellrich y que al pequeño, de 5 años, decidió matarlo porque había sido testigo del crimen.
Otra de las hijas de la víctima, de dos años, convivió con el asesino y los cadáveres en la casa durante varios días.
Tras la insistencia de una vecina, el joven denunció el pasado lunes la desaparición de ambos y cuando la policía se presentó el miércoles en el domicilio buscando pistas, descubrió los cadáveres.
Los vecinos se habían quejado del mal olor que salía de la casa y el hombre lo había achacado a la basura de la cocina.
