EL ORO, DGO.- La soledad y la pobreza son la principal compañía de Leonardo Fierro Villescas, un veterano ex agricultor que tiene su humilde domicilio en lo último del olvidado barrio de La Pila, en la ciudad Santa María del Oro.
Don Leonardo, quien tiene 75 años de edad, perdió a su esposa hace aproximadamente un año; ella se quitó la vida sin causa aparente, terminando una relación de más de 40 años, en la cual pasaron por situaciones agradables y adversas. Sin embargo, un día simplemente lo dejó solo.
Sin fuerzas para trabajar y con algunos problemas de salud, ahora se pasa la mayor parte del día viendo cómo pasa el tiempo y el ir y venir de la gente en compañía de un escuálido perro que está con él la mayor parte del día.
Admirado de la fidelidad del animal, comenta Leonardo que casi nunca tiene para darle de comer al animal, pues ni siquiera él mismo se alimenta bien; no obstante, el can no se va. Por el contrario, pareciera que siempre esta cuidándolo.
El anciano posee un pequeño jacal en donde apenas tiene una cama, algunos trastos, un brasero y un pequeño baño que, según dice, es lo único que necesita para vivir, además de que sus hijos no lo olviden y se acuerden de visitarlo cuando menos una vez por mes, pues comprende que tienen muchas ocupaciones.
Al cuestionarlo si recibía algún tipo de ayuda por parte de alguna organización social o municipal comentó que en ocasiones adquiere una despensa del Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), que tienen como cuota de recuperación diez pesos, pero fuera de eso no ha recibido ninguna ayuda.
Habló de que a su pequeño jacal han llegado todo tipo de políticos, en especial en tiempo de campañas, saludándolo de mano y ofreciéndole al igual que a muchas familias de escasos recursos económicos que viven en el barrio cualquier tipo de ayuda, pero pasan las elecciones y no se vuelven a ver.
?Ofrecer no afecta a los bolsillos de nadie, es por eso que todos se atreven a hacerlo, pero nosotros los pobres sabemos que nada es para nosotros, pues aquí siempre se ha ayudado a los que tienen, como si fueran los que realmente necesitaran, mientras que a la gente que no tiene ni para comer todos los días la tienen en el olvido?, comentó Fierro Villescas.
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Leonardo Fierro Villescas externó sentirse triste porque le faltan fuerzas para trabajar, recordando que en sus mejores años nunca tuvo tierras de su propiedad; sin embargo, siempre se las ingenió para labrar parcelas rentadas o prestadas en donde cultivaba maíz forrajero para después comercializarlo.
Además de esto criaba algunos animales de traspatio como cerdos y gallinas, actividad con la que nunca le faltó alimento a sus hijos y esposa; sin embargo, las cosas han cambiado y ahora don Leonardo admitió que vive únicamente de recuerdos y sólo espera el momento en el que Dios le permita reunirse nuevamente con su esposa.
El anciano declaró que existen muchas carencias en El Oro, principalmente en la zona rural, que pueden ser abatidas solamente con la coordinación de la sociedad y del Gobierno, sin dejar caer la responsabilidad de un lado; de otra manera, no funciona.
Para poder hacer algo al respecto se necesita el interés de las dos partes; si no es así, la población siempre va a estar en las mismas circunstancias, lo que habla mal de ellos y de sus gobernantes.
LAMENTO
?Ofrecer no afecta a los bolsillos de nadie, es por eso que todos se atreven a hacerlo, pero nosotros los pobres sabemos que nada es para nosotros, pues aquí siempre se ha ayudado a los que tienen, como si fueran los que realmente necesitaran, mientras que a la gente que no tiene ni para comer todos los días la tienen en el olvido?.
Leonardo Fierro Villescas