¿Cuánto importa la percepción ciudadana a la hora de evaluar un a acción de Gobierno? Mucho, muchísimo, coincidirá la mayoría de las y los políticos, asesores y anexas. No en balde se gastan millones de pesos en la difusión de programas y acciones gubernamentales. La máxima es: vox populi vox dei. La voz del pueblo es la voz de dios. Sin embargo, hay quienes la menosprecian.
Le cuento: en días pasados, el Instituto Ciudadano de Estudios Sobre la Inseguridad (ICESI), una asociación civil que empieza a ser para varias autoridades como un molestoso moscardón, difundió los resultados del estudio “La inseguridad urbana en México: Análisis comparativo de las áreas metropolitanas de 13 ciudades”.
Este estudio, enmarcado en la Tercera Encuesta Nacional Sobre la Inseguridad en México, referido a 2004 y llevado a cabo en el año que recién terminó, más allá de mostrar que la ciudadanía siente que sus autoridades han fracasado rotundamente en procurar su seguridad pública, revela datos interesantes sobre los comportamientos delictivos en ciudades que por distintas razones son importantísimas para nuestro país: Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, Tijuana, Ciudad Juárez, Chihuahua, Cuernavaca, Acapulco, Mexicali, Culiacán, Cancún, Oaxaca y Villahermosa; urbes que, de acuerdo con el estudio, concentran cerca de la tercera parte de la población nacional y donde se comete poco más de la mitad de todos los delitos en México.
Como puede suponerse los resultados molestaron a más de una autoridad estatal, a quienes no se les ocurrió mejor cosa que menospreciarla. Dijeron, palabras más menos, que no era una radiografía de la inseguridad y que “sólo” se traba de la percepción ciudadana.
Veamos qué dice la menospreciada vox populi. Según el estudio podríamos afirmar que las cinco ciudades más inseguras del país son, en ese orden, Culiacán, Tijuana, Mexicali, Guadalajara y Acapulco, que es donde más delitos se cometieron en 2004. Pero no es así de simple, porque al acercar la lupa vemos que, por ejemplo, el principal delito en el país es el robo con violencia a transeúnte, y aquí los dos primeros lugares se los lleva la Ciudad de México y Acapulco; a ese delito le sigue el robo a casa-habitación y los primeros lugares se los llevan Mexicali y Cancún.
Con relación a las víctimas, es interesante saber que ser joven es un factor de riesgo, especialmente si se es mujer: las personas entre los 20 y 44 años son las principales víctimas de la delincuencia, pero la mayoría de las víctimas entre los 30 y 34 años de edad corresponde a mujeres.
En este sentido, hay ciudades que se revelan como más peligrosas para las mujeres. En Villahermosa, Monterrey y Cuernavaca más mujeres que hombres son víctimas de delitos. Pero, nuevamente al acercar la lupa observamos que en Chihuahua se presenta el mayor porcentaje de mujeres agredidas en su casa; en Ciudad Juárez ese índice se presenta en su centro de trabajo; en Monterrey, en la calle; y en Villahermosa, en el transporte público. Y es Guadalajara la ciudad con el más alto índice de delitos sexuales.
Respecto a los delincuentes se encontró que la mayoría es de hombres jóvenes entre los 19 y 25 años. En Acapulco, Ciudad de México y Cancún, en alrededor de ocho de cada diez delitos el delincuente estaba armado; y en estas dos últimas ciudades se rebasó el promedio nacional respecto a las víctimas de algún delito que además fueron agredidas por el delincuente.
Los datos más incómodos, claro, son aquellos que se refieren a la actuación de las autoridades. Para empezar, a nivel nacional sólo uno de cada cien delitos se denuncia. Las principales razones: la gente lo considera una pérdida de tiempo y se desconfía de las autoridades. En las ciudades estudiadas sólo dos de cada diez víctimas acudieron a denunciar, salvo en Cancún, donde entre tres y cuatro de cada diez víctimas denunciaron. Pero, Cancún, al igual que Mexicali, Ciudad de México y Culiacán rebasan el promedio nacional de casos en los que el Ministerio Público no inició la averiguación previa. Asimismo, es Cancún donde menos delincuentes se detienen.
Finalmente, son Acapulco, Cancún, Ciudad Juárez, Tijuana y la Ciudad de México donde más se desconfía de las distintas policías, sean locales, judiciales o federales. El estudio completo es muy interesante y puede consultarse gratuitamente en: www.icesi.org.mx.
Me parece que las autoridades de todas estas ciudades deben estudiar con detenimiento el documento del ICESI. De nada sirve que gasten saliva explicando, justificando o minimizando los datos que arroja el estudio. Sólo si nuestros gobernantes empiezan a mirar con respeto y atención lo que opina y percibe el pueblo que gobiernan hay alguna posibilidad de que se encuentren soluciones a los muchos problemas que nos aquejan.
Esto es particularmente cierto en lo que respecta a la inseguridad. Y, desde luego, parto del supuesto de que pueden tener el interés genuino de resolver ese problema. Porque de no ser así, da igual lo que percibamos, pensemos, sintamos y opinemos. ¿Me equivoco?
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