DISCOS | LA MÚSICA DEL CANTANTE ES MUY SOLICITADA FORMAL E INFORMALMENTE.
El Universal
Más allá del morbo y la supuesta relación con el ?narco?, el asesinato de Elizalde genera un boom mediático.
MÉXICO, DF.- El vendedor ambulante se sube a un vagón del Metro y suelta una ráfaga de éxitos de Valentín Elizalde (la típica intro mix de las producciones cien por ciento piratas, con sonido de disparo de arma de fuego entre un fragmento musical y otro), al tiempo que lanza un discurso por demás convincente: ?Llévese 24 temas de Valentín Elizalde, contiene A mis Enemigos, que le costó la vida?. En el trayecto de una estación a otra vende cuatro o cinco copias a diez pesos cada una.
Esa escena sólo es una parte del boom comercial que generó el asesinato del cantante grupero, quien fue acribillado la madrugada del 25 de noviembre pasado al salir de un palenque de la Expo-Feria de Reynosa, Tamaulipas. También se vende en el tren subterráneo y en puestos callejeros un DVD pirata con varios videoclips.
Legalmente, las ventas aumentaron de forma radical, aunque antes del atentado ya era el número uno en Universal Music, en el rubro de música popular. Antes vendía en México entre 150 y 200 mil copias al año; en las últimas cuatro semanas se han vendido 350 mil. Su última grabación, Vencedor, ha vendido casi 300 mil copias en nueve meses. Si se suman las ventas de Elizalde en México y Estados Unidos, esa empresa ha vendido alrededor de dos millones de copias en total.
Recuento y crimen virtual
El Gallo de Oro fue asesinado mediante una emboscada en la que se utilizaron armas largas para rociar la camioneta Suburban en la que viajaba, y cortas para rematarlo en el interior de la misma. La policía ministerial de Reynosa encontró 67 casquillos en la escena del crimen, donde también murieron su manager, Mario Mendoza, y su chofer, Raymundo Ballesteros; sobrevivió su primo Fausto Castro Elizalde.
Cuando el vendedor del Metro dice que A mis Enemigos le costó la vida al cantante, se refiere a la hipótesis de que los narcos locales habrían considerado una afrenta el hecho de que Elizalde inició y terminó el último show de su vida cantando esa canción. Esto supondría otro hecho no comprobado: que el artista fuera simpatizante de un cártel contrario. Sin embargo, como el asesinato sí tiene el sello del crimen organizado, los potenciales compradores dan por hecho el rumor de que el Gallo de Oro quedó en medio de la pugna entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel del Golfo, entre el Chapo Guzmán y Los Zetas.
Para enrarecer más el ambiente, manos anónimas subieron al portal Youtube dos videos de la autopsia de Elizalde; otro con imágenes relacionadas al narco y musicalizado con el tema A mis enemigos, y uno más en el que se parodia al occiso en su féretro. You Tube retiró los videos escatológicos, pero en la red aún pueden verse fotos de Elizalde dentro de la Suburban donde fue acribillado. Asimismo, hay obscenos diálogos virtuales supuestamente escritos por las bandas rivales y/o por cibernautas comunes y corrientes sin otra cosa mejor que hacer.
Hijo de gallo
El padre del vocalista asesinado se llamaba Eduardo y era conocido en el medio artístico como Lalo El Gallo Elizalde, quien falleció en un accidente automovilístico cuando regresaba de una presentación; tuvo seis hijos varones, todos ellos dedicados al canto, aunque Valentín fue el que más destacó.
Su mamá, Camila Valencia, dijo que le puso ese nombre a Valentín porque nació en el mes del amor y la amistad (primero de febrero de 1979, Etchojoa, Sonora) y que empezó a cantar ?desde muy chiquillo, incluso la gente le daba monedas; era traviesísimo, sencillo y muy noble. Cuando murió su padre me dijo que él se haría cargo de la familia, y eso que no era el más grande de mis hijos. Mi esposo murió hace 14 años y apenas lo estaba asimilando; Valentín empezó a cantar (profesionalmente) con la misma ropa de su padre; para mí eso era muy duro, y ahora me pasa esto?.
Valentín Elizalde vivió en Guadalajara, Guasave y Ciudad Obregón; antes de cumplir 20 años grabó su primer disco. Estudió derecho en la Universidad de Sonora, aunque nunca ejerció como abogado.
José Luis Marín, gerente de Producto Popular de Universal Music, nos cuenta: ?Para mí era como un hijo, teníamos una relación estupenda. Yo diría que él me salvó la vida porque ese día yo ya estaba listo para viajar a Reynosa, pero me dijo que mejor nos veíamos en la siguiente fecha, en el mano a mano que iba a tener con Joan Sebastian en Morelia?.
Marín recuerda cuando acompañó a Elizalde al panteón de Guasave, un 31 de octubre, donde el vocalista le llevó serenata a su padre, previo al día de muertos. ?Había gente arreglando tumbas y se empezó a correr la voz, al rato aquello se convirtió en un concierto con la gente arremolinada?.
El entrevistado lamenta que ?algunas personas quieran ensuciar la imagen de Valentín; acabo de estar con su primo, Fausto Castro Elizalde, a quien se acusa de haberse vendido. Es absurdo, pues le dieron siete balazos; está vivo de milagro?.
Vino, mujeres y...
Antes de firmar con Universal Music, Valentín se convirtió en ídolo en el norte del país. Al igual que otros intérpretes grabó varios narcocorridos, algunos de ellos con supuestos mensajes cifrados, como El Corrido del Médico, en que se dice: ?Los que son valientes / se merecen los corridos. / El compa ya es conocido / en todo México entero,/ el Güero pa? su familia, / el médico por ahí. / Lo cuidan y lo respetan / el chamuco y el soldado?. En el tema La mafia no muere, se dice: ?Por traficar como burro / le roban un cargamento. / Fueron unos federales / los que la droga robaron, / 50 kilos de coca / y dos toneladas de mota?.
Valentín tuvo tres hijas con otras tantas mujeres, dos de las cuales estuvieron cerca del féretro el día del sepelio, en Guasave. Una de ellas, Azucena, dijo: ?Fue un hombre ejemplar y caballeroso, además, el mejor padre del mundo con Valentina?; Por su parte, Natalí señaló entre lágrimas: ?Me hizo tan feliz, se llevó todo de mí?.
En el programa Hijas de la Madre Tierra, la conductora Yolanda Andrade le preguntó alguna vez a Elizalde cómo le gustaría que fuera su velorio, y él contestó: ?Con la banda tocando todo el tiempo y mis cuates pisteando?. En otro programa televisivo de provincia había dicho: ?Desde hace dos meses ya siento los pasos de la huesuda y estoy tomando decisiones, para no dejar conflictos en la familia?.
Antes de viajar a Reynosa, para presentarse en el que sería su último espectáculo, ?Valentín montó a caballo en el rancho, anduvo en moto con sus hijas y me pidió que le guisara con leña la comida que a él le gustaba tanto. Le hice caldo de pollo, arroz rojo, empanadas de atún y calabaza enmielada?, según narró su mamá.
Un día después del sepelio, Jenny, una empleada de la familia Elizalde, declaró que tanto ella como Azucena vieron su figura en un ventanal de la hacienda que él construyó para su familia: ?Se agarró el sombrero y nos dijo adiós?. Así nació una leyenda que todavía le canta a sus enemigos: ?Y esta va para toda la bola de envidiosos. Siguen ladrando los perros, / señal de que voy avanzando. / Al que no le vino el saco / pídalo a su medida. / Conmigo no andan jugando, / pa? qué se arriesgan la vida, / traigo una súper patada / y los traigo ya en la mira. / Sigan chillando culebras, / las quitaré del camino / y a los que en verdad me aprecian, / aquí tienen a un amigo?.