Aunque recientemente se desalojaron 40 familias de un terreno, hoy ya se instalaron otras 15.
EL SIGLO DE TORREÓN
MATAMOROS, COAH.- Mario Núñez, uno de los ?paracaidistas? recientemente ubicados en el predio colindante con el Periférico y la carretera libre a Saltillo, zona conocida comúnmente como ?Las Meloneras?, asegura que al igual que los demás ha decidido ?jugársela? para tener un terreno en dónde vivir. Fue el cuatro de abril de este año cuando por una orden expedida por el juzgado cuarto penal se desalojó a 40 familias, de nueva cuenta hay por lo menos 15 familias instaladas.
La mayoría de los entrevistados se mostró evasivo ante este medio de comunicación, pero reconocieron que su situación es irregular y riesgosa, no obstante entre los habitantes hay escepticismo en cuanto a si el Municipio o el propietario realicen acciones para desalojarlos.
?Lo que pasa es que no tenemos dónde vivir, yo trabajo en la obra y antes vivíamos de renta pero la verdad no nos alcanza, nosotros tenemos como tres días aquí pero hay gente que tiene mucho más y luego a los que los quitaron los mandaron tan lejos que mejor se están regresando?, dice Mario.
Hace más de siete meses, dos máquinas de trascabo derrumbaron los jacales y casas de adobe de las familias que se negaban a irse de las ocho hectáreas invadidas de un total de 63 correspondientes a Santa Cecilia. Son 60 mil metros cuadrados.
El juez cuarto penal Pedro Limón Hernández, aseguró en ese entonces que el propietario es un matamorense de nombre Roberto Guerrero Galindo, éste a su vez admitió que el terreno también es propiedad de Juan Rueda Zabag.
En ese tiempo las autoridades permitieron a los ?paracaidistas? llevarse parte del material de construcción e incluso el propietario facilitó un camión para transportar sus cosas a los domicilios que ellos les indicaron. Por ahora no se ha ejecutado acción legal contra los nuevos asentamientos irregulares pues incluso el terreno se encuentra cercado con alambre.
No funcionó
De las más de 70 familias que se instalaron en el predio ubicado cerca de la central de autobuses rojos de Matamoros, en la carretera al ejido Filipinas, quedan sólo cerca de 20 familias. Lo anterior debido a que carecen de servicios básicos como agua potable, alumbrado e incluso seguridad.
En un inicio el Municipio aseguró que contarían con todo esto pero que debían primeramente realizar aportaciones, finalmente los colonos no se organizaron y poco a poco se fueron marchando pues aseguran que no tienen ni escuelas, ni hospitales ni transporte que puedan usar en emergencias durante la noche.
