Por Luis Demetrio Moreno
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Hoy 18 de junio se conmemora un aniversario más del que es no solamente el compositor más exitoso en la historia del Rock and Roll, sino su valuarte más importante, claro está, junto a unos compañeros suyos llamados The Beatles. Nos referimos, por supuesto, a Sir Paul McCartney.
Así pues, no es éste cualquier cumpleaños del prodigioso zurdo de Liverpool, ya que es, ni más ni menos, el que conmemora el mítico número 64, hecho que por sí mismo es sólo comparable, y bastante similar, en referencia ideológica y temporal, dentro de la cultura occidental, a la espera de hace seis años ya, y contando, de la llegada del año 2000.
Esto último, al parecer exagerado, sirve de excusa perfecta, no sólo para los amantes de Los Beatles, sino de la música pop en general, y de la historia y la cultura del Siglo XX, para reflexionar sobre dos puntos: el primero es que la canción When I?m 64, del álbum de La Banda del Club de los Corazones Solitarios del Sargento Pimienta le permitía fantasear a la juventud de 1967 sobre la idea, al parecer muy improbable, de que algún día serían viejos, con nietos y que tendrían 64 años, acorde a la letra de la canción de un joven Paul McCartney de 24 años, hecho, que creían, jamás los alcanzaría, y que sin embargo nos muestra, y más a los contemporáneos del mitológico álbum, que si bien Dios sí perdona, el tiempo no.
El segundo punto de reflexión es que al llegar a la fecha del 18 de junio del año 2006, los reflectores de la cultura pop dejan de iluminar, aunque sea por un momento, el trágico deceso de John Lennon, y muestre la vida y obra del complemento del binomio más exitoso de la historia de la música, siendo Paul McCartney, independientemente del contexto Beatle, o un Ex-Beatle en otras palabras, uno de los músicos más grandiosos en cada uno de los aspectos que conforman la crítica al género musical predominante, tanto comercial como artísticamente, del siglo pasado: el rock and roll. Es justo decir que McCartney es uno de los grandes compositores musicales del rock, un creador de melodías, como sólo unos cuantos. Igualmente las letras de sus canciones, en especial en la época Beatle, son emotivas, humanistas, valientes, sinceras, crudas y poéticas, y para muestra piezas como Eleanor Rigby o Blckbird.
A su vez su función como instrumentista dentro de su grupo en los 60 (¿es necesario decir cual?), que era, primordialmente, el de tocar el bajo, es de un alto grado de dificultad, más que en la ejecución, en el ingenio de crear la nota adecuada para la canción adecuada; y finalmente como cantante o vocalista, logra interpretar notas tanto graves como agudas, lo que le permitía, sobre todo en los 60, jugar con su voz y alcanzar el timbre vocal, dentro del contexto de rock and roll, que él deseara.
Finalizo mencionando que gracias al hecho de componer una simpática canción sobre un futuro lejano que habla a 39 años de distancia, y que precisamente llega en forma de fecha este 18 de junio, Sir Paul McCartney (el Sir porque así lo decidió, nos guste o no, la Reina Isabel II) será conmemorado en vida, fuera de la mitificación que sólo logra la muerte, por parte no solamente por los fanáticos de The Beatles, sino por los conocedores del rock and roll alrededor del globo terráqueo; y que en lo personal me da gusto en días en los cuales se habla del músico por cuestiones ajenas a lo que él se dedica, que es precisamente su música.
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