DESASTRE | DESTRUYE TROMBA CINCO CASAS, ENTRE ELLAS LA DE JOSÉ GUERRERO.
El Siglo de Torreón
La inundación en el ejido Ignacio Zaragoza provoca que las fosas sépticas contaminen el pozo de agua potable.
Simón Bolívar, Dgo.- A las cuatro de la madrugada del domingo, José Guerrero Torres y su esposa Mariana Morales, acompañados de sus dos hijos menores, salieron del ejido Ignacio Zaragoza para ir a visitar a unos familiares a Piedras Negras; 12 horas después, les avisaron que se regresaran porque una tromba había derrumbado su casa.
Ayer a las 11 de la mañana seguían tratando de rescatar algunas pertenencias que estaban enterradas entre los adobes y las vigas. En pocas horas esta familia perdió la mayor parte de sus muebles y vio su vivienda convertida en un lodazal.
La tromba que cayó el domingo sobre el ejido Ignacio Zaragoza dejó sin vivienda a cinco familias. Un día después las calles de esta comunidad siguen encharcadas y las familias buscan con ansia a los funcionarios que están tomando reporte de los daños. Todos temen que sus viviendas se vengan abajo, el comentario general es que el agua alcanzó un metro de altura y señalan que el adobe remojado no va a soportar el peso del techo.
El secretario de Desarrollo Social del Estado, Abraham Moreno García, realizó ayer un recorrido por esta comunidad y confirmó que especialistas del Instituto de la Vivienda valorarán los daños para determinar cuáles casas deben ser demolidas.
Declaró que estaban levantando un reporte casa por casa, porque algunas están en riesgo de colapsarse, además de las cinco que se cayeron luego de la fuerte tromba que se registró alrededor de las 06:00 horas del domingo. Agregó que es difícil determinar el número exacto de damnificados porque algunas personas prefieren pedir refugio con sus familias y no acuden al albergue que instalaron en la escuela primaria.
El funcionario estatal informó que la inundación provocó que las aguas negras de las fosas sépticas contaminaran la noria que abastece a este ejido, por esta razón se vieron en la necesidad de pararla y solicitar el apoyo de la Comisión Nacional del Agua para abastecer a los habitantes y que se realice un estudio para determinar la calidad el agua.
Cuando cayó el aguacero en la casa de José Guerrero estaban sus dos hijos mayores, sólo alcanzaron a rescatar el refrigerador, la estufa, una cama, una televisión, un DVD y vieron cuando el techo se vino abajo y sepultó el resto de sus pertenencias.
?Esperemos que de verdad nos apoyen porque perdimos todo?, decía Mariana Morales, mientras su esposo confirmaba que ya le había pedido al alcalde que le mandara una retroexcavadora para que terminara de tumbar el baño, la cocina y un cuarto que quedaron muy dañados.
Martín Ríos Ramos y Arturo Puentes Ruiz, comisionados de vigilancia del ejido, se ofrecen como voluntarios para dirigir un recorrido por el pueblo, el primero de ellos señala que hace 50 años fue la última vez que cayó una tromba de estas dimensiones. ?¿Dónde está el gobernador?, ahorita es cuando de veras lo queremos ver, no cuando andan pidiendo el voto, yo lo quería ver ayer (el domingo) aquí ayudándonos?, dice el segundo.
Lorenzo Uribe Ríos solicita que los medios entren a su vivienda para que constaten los daños, el techo de la cocina está a punto de caerse, en su cuarto de puede ver la marca del agua que alcanzó un metro de altura, él vive sólo y ahora tendrá que dormir en el albergue, mientras que otros habitantes piden que alguien acuda a valorar los daños de sus casas.
PLAN DN-III
Desde el domingo por la mañana llegaron a esta comunidad 70 soldados del Ejército Mexicano para implementar el Plan DN-III, instalaron el albergue en la primaria Ignacio Zaragoza y ayer ayudaron a las familias a rescatar sus pertenencias y a sacar el agua de las viviendas.
El general de brigada diplomado del estado mayor y comandante de la décima zona militar en Durango, Florencio Raúl Cuevas Salgado, informó que permanecerán en esta comunidad el tiempo que sea necesario.
Ayer empezó a llegar el personal de Secretaría de Salud para brindar atención médica a los habitantes que así lo requieran, las enfermeras que llegaron en el primero vehículo señalaron que traían todo tipo de medicamentos y vacunas para evitar el brote de enfermedades.
El alcalde, Francisco Javier Ibarra Jaques, desmintió que una persona se encuentre desparecida y aseguró que la persona fallecida que identificada como Manuel Solís, murió de un paro cardiaco y no ahogada como se dio a conocer el día de ayer.