SALVADA POR
EL CELULAR
n WASHINGTON, EU., (EL PAÍS).- A poco más de un kilómetro. Así de cerca estaba de su hogar Elizabeth Shoaf, de 14 años de edad, cuando la Policía la rescató el pasado sábado en medio de un bosque en Lugoff, Carolina del Sur. Vivió diez días de cautiverio, hasta que utilizando el teléfono móvil de su secuestrador -que se había quedado dormido- consiguió mandar un mensaje a casa: “Hola mamá, soy Lizzie”. La señal del móvil permitió localizar el lugar exacto donde se encontraba la adolescente.
Todavía en la memoria el caso de la austriaca Natascha Kampusch, la suerte de Elizabeth Shoaf estaba ayer lunes en todas las televisiones de Estados Unidos. Aunque Shoaf fue algo más afortunada que la pequeña Kampusch.
Ambas fueron secuestradas cuando se dirigían a sus colegios. Ambas sufrieron jornadas de angustia encerradas en un zulo. Pero la joven estadounidense vio la oportunidad de escapar a los diez días de ser raptada. Kampusch tardó ocho años en poder abandonar la madriguera en la que había sido confinada. Vinson Filyaw de 36 años fue detenido por la Policía en Carolina del Sur.
Vivía a unos cientos de metros del hogar familiar de la víctima. Su cabeza ya tenía precio por haber cometido un delito sexual. Ahora enfrenta cargos por secuestro, posesión de artefactos incendiarios y por hacerse pasar por un agente de Policía, estratagema que utilizó para conseguir atraer la atención de Shoaf.