EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Ya no más/Historias del absurdo

Luis Guillermo Hernández Aranda

Teniendo como armas la música y la poesía, las voces de más de cien artistas mexicanos y españoles se elevaron el pasado sábado en el Zócalo para condenar la violencia que existe contra las mujeres, en un evento organizado por la Plataforma Mujeres Artistas contra la Violencia de Género de España.

Las cifras en México son preocupantes: cerca de 25 millones de mujeres sufren de algún tipo de violencia perpetrada contra ellas. En una sociedad machista cuyos modelos a seguir van desde los arrebatos estilo Pedro Infante, pasando por Cuauhtémoc Blanco, la intolerancia hacia los grupos minoritarios es cosa de todos los días.

En este contexto las mujeres forman un grupo por demás vulnerable. Las agresiones no sólo son físicas, la violencia verbal es de las más hirientes y comunes. Hoy en los inicios del siglo XXI, la discriminación al mal llamado sexo débil no ha sido erradicada. Son tan comunes estas prácticas que hemos perdido nuestra capacidad de asombro cuando nos enteramos de profesionistas que ganan menos simplemente por su condición de género. Como muestra, un botón: de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en México las mujeres cobran un por ciento menos que los hombres, a pesar que ellas constituyen la tercera parte de la población económicamente activa.

La descalificación gratuita es también cosa de todos los días, así pues cuando una mujer triunfa es común denostar su éxito al atribuirlo más que a su capacidad, al hecho de haber sostenido relaciones sexuales con los jefes para “triunfar” en el trabajo.

En una encuesta realizada en el año 2003 sobre la “dinámica de las relaciones en los hogares mexicanos”, casi la mitad de las mujeres consultadas dijo ser víctima de violencia doméstica. El 38 por ciento dijo que la violencia era más emocional que física, mientras un 29 por ciento respondió que era objeto de violencia económica, es decir, sus maridos o compañeros abusaban del dinero que éstas llevaban a la casa o les negaban todo tipo de recursos.

En dicha encuesta, casi un ocho por ciento de las mujeres dijo haber sufrido agresiones de tipo sexual. La “cereza del pastel” de estas prácticas aberrantes, es sin duda el paradigmático caso de las Muertas de Juárez.

Las voces de Eugenia León, Elefante, Jesusa Rodríguez, Serrat, entre otros, se unieron para hacer un llamado a las conciencias y erradicar una de las manifestaciones que más daño hace a la humanidad: la violencia de género. Así pues verso a verso, los artistas apostaron por la música y la poesía para hacer un llamado a las autoridades y a la sociedad civil para cambiar una realidad que hiere y genera vergüenza. Es en nosotros, los hombres, donde recae sobre todo la responsabilidad de abandonar posturas cobardes como el golpear a una mujer para generar un cambio de patrón cultural donde el respeto hacia las mujeres sea la piedra angular de una nueva visión de vida.

lharanda@elsiglodetorreon.com.mx

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 193611

elsiglo.mx