MÉXICO, DF.- Como todo buen sueño, la aventura de México en la primera edición del Clásico Mundial de Beisbol terminó con una sonrisa.
Aun pese a la eliminación de la novena nacional en la segunda fase, lo demostrado en calidad y el triunfo ante Estados Unidos dejaron para seguir soñando, aunque tendrán que pasar tres años más, para que esa imagen se cristalice.
Ya no estarán grandes figuras como Vinicio Castilla, Elmer Dessens o el mismo David Cortés, autor de los últimos dos outs en el histórico triunfo mexicano ante la novena estadounidense. Esas grandes figuras serán reemplazadas por grandes promesas de hoy, y que en tres años, para la segunda edición del Clásico, deben ser ya toda una realidad.
Muchachos como Óscar Rivera, Alfredo Aceves y Joakim Soria, podrían vestir la casaca nacional en el 2009, complementando un fuerte cuerpo de lanzadores, que para entonces serán consagradas figuras en las Grandes Ligas como Oliver Pérez, Rodrigo López y hasta Óscar Villarreal.
Esteban Loaiza, con su liderazgo natural, talento y capacidad, bien podría ser el capitán de esa novena, pues a sus 36 años, estaría en el ocaso de su carrera ligamayorista, pero sería de gran apoyo para un cuerpo de lanzadores cuyo promedio de edad sería de 29.1 años, muy similar a los 29.5 años en promedio, que presentó el cuerpo monticular mexicano en 2006.
Jorge Cantú, el mejor bateador mexicano en esta edición, debe comandar la ofensiva nacional ahora rodeado de un maduro Luis Alfonso Cruz y Carlos Valencia, entre otros.
Entre los lanzadores que podrían no repetir en el roster final del equipo mexicano en 2009, por cuestiones de edad, no así de talento, podrían encontrarse: Francisco Campos (36 años en 2009), Cortés (35), Dessens (38), Roberto Ramírez (36), Ricardo Rincón (38) y Antonio Osuna (35).
Ellos bien podrían ser reemplazados por jóvenes que brillan en la actualidad en la Liga Mexicana como: Alfredo Aceves (26 años en 2009), Alex Armenta (30), Edgar Huerta (29), Rivera (26), Soria (25) y Jorge Campillo (30). En tres años al menos uno de ellos deberá unirse a Campillo entre la nueva generación de pitchers.
A la ofensiva, Castilla, Juan Castro y Benjamín Gil, pudieran ceder su sitio a talentos como Robles, Jorge Vázquez y Carlos Valencia.
Tal vez los nombres de la selección mexicana en 2009 no sean tan rimbombantes como los de ahora, sin embargo, en calidad pudieran estar a la par. Y con esto, poner a soñar una vez más a toda la afición.
