Hace un año la banda terrorista vasca ETA mató a los ecuatorianos Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate, en un atentado en el aeropuerto de Madrid, España. (Archivo)
Señalan que el grupo ETA no ha parado de amenazar el Estado de Derecho en España.
La Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) aseguró ayer al presentar su balance anual, que 2007 ha sido “un año de dolor e injusticias” para las víctimas del terrorismo, al realizar ETA “multitud de atentados, con muertos y heridos”.
Para la AVT, “este sufrimiento se ha visto incrementado por la continuación del proceso de negociación del Gobierno con (el grupo separatista Patria Vasca y Libertad) ETA y el fortalecimiento de los asesinos”, según indicó la AVT en un comunicado emitido este sábado.
La principal asociación de víctimas del terrorismo etarra destacó que “el proceso de rendición continuó” a pesar de que el año comenzó con el “brutal atentado” en el aeropuerto de Barajas, en el que fallecieron los ecuatorianos, Diego Armando Estacio y Carlos Palate.
En el primer aniversario del atentado en el aeropuerto de Barajas, que se cumplirá mañana, la AVT reiteró su solidaridad y apoyo a los familiares de Estacio y Palate.
Entre los episodios negativos del año para la AVT, está el traslado al País Vasco del etarra Ignacio de Juana Chaos para que, con el permiso del Gobierno, se paseara por las calles de San Sebastián.
También deploró el “permiso” del Gobierno para que Acción Nacionalista Vasca (ANV) se presentara a las elecciones municipales, “a partir de entonces, ETA puede disponer del dinero y la información que no había tenido durante mucho tiempo”.
“La AVT vuelve a pedir hoy al Gobierno y a la Fiscalía General del Estado, como ha hecho durante los últimos meses, que apliquen la Ley de Partidos para ilegalizar y disolver a ANV y al (Partido Comunista de las Tierras Vascas) PCTV”, señaló.
La asociación dijo que además del asesinato de Barajas, durante 2007 el grupo armado cometió “multitud de atentados, con muertos y heridos” como el último perpetrado el pasado 1 de diciembre, contra dos guardias civiles en el sur de Francia.
Además, según dijo, ETA no ha parado de amenazar al Estado de Derecho y de extorsionar a cientos de ciudadanos.
ACTUACIONES ‘BOCHORNOSAS’
Calificó de “absolutamente bochornosas para las víctimas” algunas de las actuaciones de la Fiscalía General del Estado, entre las que citó la de “forzar la absolución de Arnaldo Otegui al retirar los cargos por enaltecimiento del terrorismo”.
Rechazó también que “el Gobierno y sus socios han permitido que los delitos de terrorismo puedan prescribir, dando un premio y un indulto por adelantado a los terroristas huidos o que puedan huir en un futuro”.
La AVT pidió al presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero que vuelva al Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo.
Otro de los hechos que provocó un “gran desasosiego” entre las víctimas fue, según la AVT, la sentencia del atentado terrorista perpetrado el 11 de marzo de 2004 en Madrid.
En este sentido, la asociación recordó que ha acatado la sentencia pero apeló “a seguir buscando toda la verdad sobre los atentados a través de las líneas de investigación que abre la propia sentencia y las diligencias que se encuentran abiertas”.
Por último, entre las “pocas y grandes satisfacciones que han tenido las víctimas” durante 2007, la AVT señaló el apoyo que han recibido de millones de españoles y la condena al entramado de ETA (Ekin-KAS-Xaki) en el que se condenaron a 47 integrantes.
Para la AVT, única acusación popular personada en el macrojuicio contra Ekin-KAS-Xaki, esta sentencia es un claro ejemplo del camino que hay que seguir para derrotar a los terroristas y su entorno.
“La justicia y el trabajo que realizan los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado son la gran esperanza para lograr la libertad”, subrayó.
Un año del atentado que puso fin a la esperanza de paz
ETA mató hace un año a los ecuatorianos Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate, en un atentado en el aeropuerto de Madrid, en vísperas de Noche Vieja, que puso fin una vez más a las esperanzas de terminar con la violencia terrorista en España.
La banda terrorista, que no mataba desde el 30 de mayo de 2003, cuando un coche-bomba acabó con la vida de dos policías, reapareció el 30 de diciembre de 2006 asesinando a dos inmigrantes, Palate (35 años) y Estacio (19 años), sorprendidos por la enorme explosión que destruyó casi por completo el módulo D del estacionamiento de la nueva terminal 4 de Barajas.
El aviso se recibió a primera hora de la mañana, momento en el que la Policía comenzó a desalojar los 309 mil metros cuadrados del estacionamiento y a buscar la furgoneta con la carga explosiva, que no fue localizada hasta 37 minutos después, ya que los terroristas habían facilitado mal los números de la matrícula.
No hubo tiempo para desactivar la bomba, porque quedaban sólo 10 minutos para la hora fijada para la explosión, que causó daños por valor de 34.5 millones de euros (50 millones de dólares) en el aeropuerto.
La satisfacción de los agentes que habían participado en la evacuación se vio ensombrecida poco después, cuando los familiares de Palate y Estacio, que se habían quedado a dormir en sus vehículos mientras aterrizaban las personas a las que habían ido a recoger, comunicaron que éstos estaban desaparecidos.
La búsqueda de los cuerpos, sepultados bajo toneladas de escombros, se prolongó hasta el 6 de enero, cuando fue recuperado el cadáver de Estacio, mientras que el de Palate había sido sacado de las ruinas del estacionamiento en la madrugada del día 4.
Un año después del atentado, los autores materiales del mismo no han sido aún identificados, según fuentes jurídicas consultadas en la Audiencia Nacional -donde el juez Santiago Pedraz dirige las investigaciones-, aunque sí ha sido desarticulado el considerado “núcleo central” del comando que lo perpetró.
Así lo destacó el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, después de la detención el pasado primero de septiembre en la localidad francesa de Cahors de los etarras Luis Ignacio Iruretagoiena, Oihan Barandalla, Ander Múgica y Alaitz Aramendi.