BANDERAZO DE SALIDA.- Las perlas son consideradas las joyas más femeninas que hay, y fueron la obsesión de la duquesa de Windsor, de Coco Chanel y de Josephine Baker. Y también hay historias curiosas sobre dichas alhajas, como la de la llamada ?Peregrina?, de gran tamaño y una larga leyenda de romances detrás de ella. Ésa fue la perla que Richard Burton le regaló a Elizabeth Taylor. Era tan grande, que uno de los perritos de la actriz la confundió con un hueso y se lo tragó. Hubo que esperar a que el animalito la expeliera para recuperarla... Bargara Hutton, en cambio, hizo que un ganso se tragara una perla preciosa que había comprado, porque alguien le dijo que al salir por la parte posterior del palmípedo, tendría mayor brillo.
CURVA PELIGROSA.- En el puerto de Acapulco sorprende a los visitantes una escultura monumental de ocho metros de diámetro y 17 toneladas de peso, obra del escultor Pal Kepenyes, que hizo como un homenaje al puerto guerrerense. La obra se llama ?El Pueblo del Sol?, está en el Boulevard de las Naciones, y según el autor capta el sol y el alma de la turística ciudad. * Por no tener otra cosa mejor qué hacer, el príncipe Carlos de Inglaterra se presentó en un programa de televisión a narrar un cuento que escribió a los 21 años de edad titulado La Leyenda de Lochangar. La obra está dedicada a sus hermanos Andrés y Eduardo, y lo hizo con fines benéficos.
RECTA FINAL.- Si quiere usted saludar sin ningún protocolo a Hillary Clinton, déjese caer por el salón de belleza de Georgette Klinger, en Nueva York, donde la cosmetóloga Maria Colda atiende a la guapa senadora de Estados Unidos. Es tan buena esta cultora de belleza que Hillary la hace viajar a Washington cuando ella no puede ir a la clínica neoyorquina. El solo viaje en avión Nueva York-Washington cuesta 270 dólares, que Hillary también paga gustosamente... * Marilyn Monroe, Madonna, Jean Harlow, Cindy Crawford y Jean Seberg tienen algo en común: un lunar en la cara que contribuyó a su fama y, curiosamente a su belleza y sensualidad.
META.- Curiosamente, las obras de arte mexicano se venden más en Estados Unidos que en el propio México, según la Asociación Mexicana de Comerciantes de Arte y Antigüedades. En el vecino país del norte, en cada galería, salón de arte y tienda de antigüedades siempre hay cosas mexicanas que se venden muy bien, mientras que en México el mercado es muy pobre. * Frase tan-tan: Era una muchacha tan mona, pero tan mona, que sólo comía cacahuates.
