BANDERAZO DE SALIDA.- (Recordando a La Doña).- Murió María Félix dormida en su cama, de noche, y murió así porque la muerte no se atrevió a llevársela de día porque ella era tan altiva e impetuosa que no se hubiera dejado llevar. Ya ella había dicho que no le temía ni a la parca ni a la vejez... Murió María Félix el mismo día en que nació, el ocho de abril, pero cuando tenía 88 años de edad, que mantuvo bien en secreto, porque cuando alguien le preguntó su edad contestó: ?Nací en Álamos, Sonora, en un año que no me da la gana decir?... Así fue ?La Doña?, ?La Devoradora?, la mujer más dominante del cine mexicano que se forjó ella sola una imagen y una personalidad que la acompañó hasta sus últimos días.... Ella lo dijo así: ?Lo altivo me lo inculcó mi madre desde los 12 años de edad, y nunca lo olvidé?. Me dijo: ?Sé siempre la número uno, nunca la número dos? . Y con su voz ronca, y con su desplante, dijo otras muchas cosas que ahora es bueno recordar porque retratan a esa mujer extraordinaria y excepcional que es un símbolo, una estrella, una figura inolvidable.
CURVA PELIGROSA.- Entre otras muchas cosas, ?La Doña? dijo: ?Los periodistas son unos hijos de la chin... Me ponen cara de taruga que no tengo y me atribuyen frases que nunca dije. Me divierte la obsesión que tienen por mi edad y algunos dicen que tengo 120 años. Yo no le tengo miedo ni a la parca ni a la vejez. Le temo a algo más peligroso: al derrumbe como mujer. No le temo a las canas ni a las arrugas sino a la falta de interés en la vida. No temo que me caigan los años encima, sino a caerme yo misma. Evitarlo depende de mí y por eso siempre ando girita como una bicicleta?... De su belleza casi perfecta y eterna, dijo: ?Fue un regalo de la vida. El público se ha hecho una imagen de mí pero yo no puedo vivir con eso, así que me hice mi propia imagen. Ser estrella de cine no es difícil. lo difícil es aguantar el éxito porque emborracha y mata más que una botella de aguardiente?.
RECTA FINAL.- Y también dijo con sorna y una carcajada: ?Cuando sea vieja me vestiré de negro, me peinaré de chongo y caminaré por un bello jardín con un bastón para pegarle a los chamacos que me griten: ?¡Ahí va María Félix, Ahí va María Félix!??... Y sobre su fama y celebridad, reveló: ?Al éxito lo considero inferior a la celebridad. Éxito lo puede tener mucha gente, pero la celebridad te coloca y te apoya toda la vida. El éxito lo hace uno. La celebridad te la dan los demás?... Y sobre su riqueza: ?Tengo dinero y me han pagado bien, y no siempre porque me lo hayan ofrecido, sino porque lo he exigido. El dinero es una herramienta para mí. Por eso gasto mucho en ropa y joyas y me siento orgullosa de que a los mejores lugares a donde llego digan: ?La mexicana María Félix??... ?Me gustan los buenos trapos y sé cómo llevarlos. Vale más dar envidia que piedad. Tengo mi Rolls, mis joyas, mis pinturas, mi casa elegante, y todo me lo gané?.
META.- De las 47 películas que filmó aquí y en el extranjero ya se ha hablado mucho, lo mismo de sus amores y divorcios. Pero ella misma reveló que sólo dos hombres dejaron huella y buenos recuerdos en su vida sentimental. Alex Berger, un banquero europeo que hablaba seis idiomas y que hizo grandes negocios apoyado por el rey Carol de Rumania, entre ellos construir el Metro de la Ciudad de México. Vacacionaban dos veces al año, y tenían la costumbre de que el primer paseo era a los lugares que María escogiera; y el segundo eran a los que él prefería... Su otro gran amor fue el músico jarocho Agustín Lara, cuyo matrimonio acabó por los celos de él. Lara le llevaba el desayuno a la cama, llenaba su cuarto de flores y según María ?Con la luz apagada Agustín tenía la voz más excitante, y le gustaba decirme esas frases suyas que eran pura poesía y que me fascinaban?.