BANDERAZO DE SALIDA.- Hace muchos años un hombre de más de setenta años de edad, pequeño y delgado, llegó al puerto pesquero de Dulac, Loussiana. El hombre era vietnamita, y como la mayoría de los pescadores de ese lugar eran de la misma nacionalidad nadie le prestó la menor atención? El hombre charlaba con los pescadores y les preguntaba sobre su trabajo en el mar. Después, compró una empacadora de mariscos y aquellos pescadores y otros más le vendían todo lo que pescaban porque el pequeño hombrecito les pagaba bien. El hombre, a quienes todos llamaban Ky, pasaba la mayor parte del tiempo en su casa con su familia pues no tenía amigos. Todos lo respetaban y lo querían, hasta que llegó un periodista y lo vio. Algo en aquel hombre le llamó la atención y se puso a hacer algunas investigaciones.
CURVA PELIGROSA.- Después, la bomba explotó. Aquel pequeño hombrecito se llamaba Nguyen Cao Ky y había sido primer ministro de Vietnam del Sur. Era un militar de carrera y su poder fue decisivo para poner fin a la guerra y lograr la paz. Cao Ky no pudo evitar confesar toda la verdad. Dijo que llegó un día en que se había cansado de la política y de todas sus intrigas, y que entonces decidió dedicarse a lo que le gustaba. Y eso era pescar y tener un negocio de mariscos porque sus padres fueron pescadores y él siempre amó esa vida sencilla y limpia. Los tres mil 500 vietnamitas de Dulac, cuando supieron la verdad, no se mostraron muy sorprendidos. ?La guerra terminó y Cao Ky es un buen hombre. Ayudaba a todos los pescadores y deseamos que siga aquí con nosotros?, dijeron todos.
META.- Cuando llegó a Estados Unidos recorrió Louissiana para encontrar una villa de pescadores que le gustara. No tuvo que caminar mucho porque Dulac está a 70 millas de Nueva Orleáns. Entonces se estableció allí y comenzó a vivir la vida que a él le gusta. Cao Ky procesa mariscos y envía cargamentos a diversas partes de los Estados Unidos. Los pescadores vietnamitas que vinieron a refugiarse aquí estaban en desventaja frente a los pescadores norteamericanos, pero ahora están en la misma situación gracias al misterioso viejecito.
