BANDERAZO DE SALIDA.- Nuestros amigos Mario y Claudia nos invitaron a cenar, y mientras él y yo tomábamos un aperitivo, mi esposa y Claudia decidieron ver su telenovela en el cuarto contiguo, donde está la televisión… Mario y yo hablábamos de viajes y de ciudades lejanas, cuando mi amigo me preguntó qué lugar me gustaría conocer más a fondo. Tomé mi tiempo en decírselo, mientras trinchaba un camarón, lo sumergía en la fuente de salsa Roquefort, y lo saboreaba. Tomamos vino blanco del Rhin, y decidí responder a su pregunta… Bueno, le dije, me gustaría ir a Egipto a conocer las pirámides, la Esfinge, y navegar por el Nilo. También quisiera ir a Japón; y de China conocer sólo Shangai y Hong Kong… África, por supuesto, pero no a cazar, sino para ver cómo es aquello. Y Jerusalén.
CURVA PELIGROSA.- Y de aquellos países lejanos me fui a Europa. En verano, le dije a mi amigo, me encanta Londres y la campiña Inglesa… Y Angouleme, en Francia, donde a menudo vuelvo con la imaginación y recorro sus calles estrechas, su mercado, su ambiente tan francés. Y París, por supuesto… Y también volvería a España, y especialmente a Madrid, a la Costa del Sol, y a Sevilla… Y por supuesto, Grecia y sus islas mitológicas, y algunos sitios de otros países cuyos nombres siempre han cautivado mi fantasía: Constantinopla, Esmirna, el Pireo, el Bósforo.
RECTA FINAL.- ¿Y de América? Me preguntó Mario. No tardé en contestarle: La Habana, y algunas islas del Caribe. Buenos Aires y Río de Janeiro… También me gustaría hacer un viaje por el río Amazonas, porque creo que no queda nada tan inexplorado como ese viejo río, su jungla y su vida lujuriosa… Y olvidé citar Holanda, y Suecia y Berlín, pero sólo en verano, porque es cuando todas esas ciudades florecen puedes caminar por sus calles, ir a los bares o a los cafés al aire libre, admirar a las mujeres en todo su esplendor.
META.- ¿Es todo? Me preguntó mi amigo. Yo saboreaba con deleite otro camarón dejando que el sabor a Roquefort se mezclara bien con la carne suave del crustáceo. “No, por supuesto”, respondí. También está Irlanda, Australia y Hawai… Las damas habían regresando comentando lo sucedido en la telenovela, y se sentaron con nosotros a tomar vino… “¿Qué han hecho?”, preguntó Claudia mientras se metía a la boca un camarón. “Poca cosa”, le dije, un viaje por casi todo el mundo, deteniéndonos en los lugares más interesantes… “Vaya, dijo ella. Ustedes siempre con su imaginación y sus sueños”.
