BANDERAZO DE SALIDA
¿Sabe usted donde estudian los hijos de los muy ricos? Todo el mundo habla de Eton, Harrow y Oxford, pero éstas son escuelas que sólo tienen antigüedad y prestigio, pero pocos alumnos cuyos padres sean millonarios... No. Los hijos de los muy ricos estudian en una escuela llamada Le Rosey, cerca del Lago Leman, entre Lausana y Génova. Debe su nombre a que está en terrenos del castillo de Rosey y sólo lleva funcionando 115 años, pero la colegiatura que cobra es de quince mil dólares al año, sin incluir extras, y sólo acepta 180 muchachos y 100 niñas. Este colegio es tan exclusivo que hay un profesor por cada seis alumnos... Le Rosey sólo funciona en el Verano y en la Primavera. En invierno todos los alumnos son llevados a otras instalaciones que tiene en Gstadd, donde pueden alternar con sus padres que van a esquiar allí con sus amigos... Es un hecho conocido que todos los alumnos de Le Rosey tienen padres con dos cosas en común: cuentas en bancos suizos, y que también estudiaron en la misma escuela.
CURVA PELIGROSA
Le Rosey fue fundada por un educador suizo, Paul Carnal, con la finalidad de educar a los hijos de los grupos que viajan constantemente y no pueden atender a sus hijos. Pero después de la II Guerra Mundial se cambiaron las normas y sólo se aceptó a hijos de gente importante. Y por allí han pasado los hijos del Shá de Irán, del príncipe Alejandro de Yugoeslavia, del príncipe Víctor Manuel, los nietos de Sir Winston Churchill, los Radziwills, Hohenhole, del rey Farouk de Egipto, del príncipe Rainiero de Mónaco, Adnan Khashoggi y ahora los descendientes de todos los árabes petroleros y de los griegos constructores de barcos. Por ello, con razón, se dice que Le Rosey es una escuela de reyes.
RECTA FINAL
Hojear los libros de inscripción de Le Rosey es encontrar allí a toda la gente importante del mundo... El príncipe Rainiero, por ejemplo, aparece como un joven tímido y casi solitario... El príncipe Pahlevi, hijo del Shá de Irán, llegó a la escuela con un guardaespaldas que iba a servirle de sirviente. La escuela le dijo al Shá que el sirviente se iba o también se iba su hijo. El Shá no tuvo más remedio que aceptar que su hijo se quedara solo. Curiosamente, Pahlevi llegó a ser uno de los alumnos más populares de Le Rosey y como era un excelente atleta su popularidad se extendió por los alrededores... En Le Rosey hay una disciplina que no perdona ni a los hijos de los millonarios. Cualquier actividad homosexual que se descubra es castigada con la expulsión de los involucrados... Tampoco se tolera el uso de drogas, y la escuela envía a los padres reportes completos de la conducta de sus hijos... En Le Rosey, aunque se crea lo contrario, no hay grandes lujos. Los dormitorios son individuales o para dos alumnos, pero los cuartos y el mobiliario son sencillos. Tampoco la comida es una gran cosa, y lo mejor es el pan fresco que se hornea todos los días, y las verduras y frutas que se cosechan en el huerto de la escuela.
META
Entre los ex alumnos de Le Rosey existe un código secreto de ayuda y amistad. Richard Helms llegó a ser director de la CIA en Estados Unidos. Cuando tuvo problemas, el Shá de Irán movió sus influencias para que Helms fuera designado embajador de E.U., en Irán, y ambos la pasaron muy bien recordando sus años juveniles en la vieja escuela... También se sabe que una noche el rey Farouk jugaba póker con un grupo de ex condiscípulos de Le Rosey, y la apuesta en la mesa se había elevado a treinta mil dólares. Peter Zervaduchi, magnate del hierro tenía tres ases y en la última ronda le llegó el cuarto as. El rey Farouk tenía cuatro reyes y al descubrir su juego, Zervaduchi dijo que él ganaba, pero Farouk lo detuvo diciéndole que él tenía cinco reyes: los cuatro de la baraja, y él mismo. Todos celebraron el detalle y Farouk se llevó el dinero.
