BANDERAZO DE SALIDA.- (Recuerdos de la época disco, ahora que vuelve a oírse la voz de la reina de dicha música, Donna Summer): En sus buenos tiempos, “Regine’s” era la reina de la noche y una de las mejores discotecas de Nueva York... La música era estupenda, el ambiente agradable y la concurrencia siempre interesante y elegante... En la mayoría de las mesas había cubetas de plata con botellas de champaña... Lo último que se vio allí era un espectáculo-show a base de muchachas casi desnudas con jóvenes en la misma forma, bailando a furor batiente... Nada raro era estar bailando y tropezar con Margaux Hemingway, la princesa Lee Radziwill, Marisa Berenson, Liza Minnelli o Bianca ex de Jagger. * En “Studio 54”, las colas para entrar eran interminables. Todos lo podían hacer, con un poco de suerte, excepto los árabes, pues los dueños eran judíos.
CURVA PELIGROSA.- En el interior de “Studio 54”, la gente podía sentarse en las gradas, bailar hasta el cansancio, tomar un trago de su licor favorito o, si lo deseaba, beber agua, porque abundaban las fuentes de agua helada en distintas partes del salón... Otra disco favorita neoyorquina de aquella época era “Xenon”, con un espectacular juego de luces que cambiaba del morado al rojo, al verde, al amarillo, al azul... En aquellos años un asiduo a esta disco era Harry Belafonte, siempre bien acompañado. Según dicen, más que nada le encantaban las rubias, y a veces andaba con dos y tres... Nueva York siempre ha ofrecido cosas inesperadas, pero los tiempos han cambiado y la gente de ahora no es como la de antes... Figura popular en aquellas salas disco era el escritor Truman Capote, que llegaba con un abrigo con cuello de visón blanco, con varias personalidades de la alta sociedad. Capote fue un dictador de la vida elegante que llevaba a gente destacada a lugares populares. Se ufanaba en decir de sí mismo: “Soy un alcohólico, soy un homosexual, soy un genio”.
RECTA FINAL.- En Nueva York se cerró aquella época y ahora ofrecen cosas diferentes. En estos días la atracción en el mundo original y sofisticado de la gran urbe es Livia, una princesa nacida en Transilvania, donde fue campeona de ping-pong, después de estar en un campo de concentración... The New York Times publicó su historia: Llegó a la Gran Manzana y trabajó como modista, y después se casó con el dueño de una cadena de salchichonerías... Con el dinero de su marido, el millonario Stanley Weintraub, a Livia le dio por producir obras teatrales, y costeó la presentación de Ópera de las Rosas, basada en la historia de la Virgen de Guadalupe, y en cuyo estreno estuvieron diplomáticos y algunos jefes de Estado. La obra fue un fracaso... “The Times” le siguió de nuevo la pista a Livia cuando lanzó al mercado un perfume que lleva su nombre, y aparecía en sus propios comerciales de televisión. Más tarde llegó a ocupar un cargo ejecutivo en el Banco de la Mujer, y después escribió libros donde desnudaba a grandes personalidades de la sociedad neoyorquina.
META.- Con ser tan famosa, Livia es apenas una de esas raras personalidades que la prensa norteamericana pone ante la atención pública de vez en cuando. * Según los médicos, los casados, como grupo, son más saludables que los solteros. * A las nacidas en Libra les convendría apartarse ligeramente de sus familias, aliarse a alguna amiga y poner un departamento para ellas solas. Nada les será tan útil como viajar, para que observen y aprendan. * De acuerdo con el reglamento de tránsito del Estado de Texas, la distancia correcta que un automovilista debe guardar respecto a un coche detenido frente a él es que pueda ver claramente la unión de las llantas traseras de ese vehículo con el pavimento. * No todos saben que hay calabazas hembras y calabazas machos. * El matrimonio, se dice, es el único camino que permite saber a un hombre la clase de marido que es, según la mujer que escogió como esposa.