Ricardo Rubín
BANDERAZO DE SALIDA.- Etiqueta: el arte de realizar correctamente lo indebido. * Recomendable de leer el libro La Vida Privada de los Tres Tenores, de la periodista Marcia Lewis. Se refiere, por supuesto, a Plácido Domingo, Luciano Pavarotti y José Carreras. Según la autora, el que se desenvuelve mejor es Plácido, tanto en el aspecto operístico como en el de las conquistas amorosas. Pavarotti lo sigue con cierta envidia, aunque ya enfermo y retirado, creyéndose tan joven como un cantante de rock. Carreras es el más intelectual de todos, y el que mátalas callando también cosecha su suerte y fortuna con las damas y la ópera. Hay rivalidad amistosa entre los tres tenores. La Lewis también revela que hay un odio profundo, al grado de que las esposas y novias de los tres grandes no son amigas y casi ni se hablan entre sí.
CURVA PELIGROSA.- Generación: todas las personas que nacieron más o menos el mismo año, visten más o menos igual, se acuerdan de los mismos artistas y cantantes, y cometen los mismos errores. * Mini receta, exclusiva del restaurante La Bola de Buenos Aires, Argentina. Milanesa Mar de Plata: se usan dos tapas de filete aplanadas, con queso asadero y una rodaja de jamón enmedio. Se pasan por harina, se capean y empanizan con una mezcla de huevos batidos, perejil, pan y un poco de pan rayado y fresco. Se fríen a fuego lento, sin quemar el pan.
RECTA FINAL.- Perfección: lo que las latinoamericanas esperan encontrar en sus maridos, y las inglesas en sus mayordomos. * Definitivamente le ha ido mejor sola a Fergie Ferguson, ex del príncipe Andrés de Inglaterra, que cuando estaba casada con él. La firma “Weight Watchers” le ofreció un millón y medio anuales para que represente a la figura femenina que las mujeres que sigan ese régimen pueden alcanzar, y otro millón por comerciales en prensa y televisión. Fergie aceptó sin pensarlo mucho, pues su disciplina personal es una garantía de que sabrá mantener su buena figura.
META.- Matrimonio: el final del amor a primera vista. * Los hombres “in” que antes llevaban un diamante en la oreja, lo han cambiado ahora por una pequeña perla. Y esta costumbre, que a muchos jóvenes les parece muy moderna, era común en el siglo pasado, cuando los piratas del Caribe usaban en la oreja como amuleto una argolla, un diamante, o una piedra. * En el Siglo XVI se consideraba que las naranjas y todo lo relacionado con el olor a naranja y el color anaranjado era símbolo de sensualidad. Y era tan firme la creencia en eso, que en 1556 se publicó un libro con recetas supuestamente afrodisíacas para hacer perfumes, cremas y cosméticos de flor de naranjos.